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Velázquez, el pintor que maravilló a la Corte
JOSÉ MARÍA PLAZA
Tierra de pintores. Si Alemania es un país de músicos y de filósofos, España es una tierra de poetas y de pintores, como también lo son Holanda e Italia. España cuenta con multitud de nombres de prestigio y tres genios que marcaron la Historia de la pintura: Velázquez, Goya y Picasso. De Velázquez, el pintor clásico por excelencia, se pueden contemplar ’Las meninas’ y una gran parte de su obra en el Museo del Prado.
Madrid y Sevilla. La vida de Diego Rodrigo de Silva y Velázquez, que es su nombre completo, está ligada a Madrid, y más en concreto, a la Corte. Sin embargo, sus primeros 20 años transcurren en Sevilla. Allí nació, en 1599 y allí aprendió la técnica de su oficio (la pintura no era un arte, sino un trabajo manual) y se sacó el título oficial, que era necesario para regentar un taller. En Sevilla también se casó (a los 19 años) con Juana, la hija de su maestro Francisco Pacheco. Tiziano, Van Dyck y Caravaggio son algunas de sus influencias.
Pintor de la Corte. A los 23 años se traslada a Madrid y al poco tiempo pinta al joven Rey Felipe IV, quien quedó tan impresionado con el resultado que no permitió que nadie más le retratara. Así que contrató a Velázquez como pintor oficial de la Corte, y ante sus pinceles posaron
los más altos personajes y toda la Familia Real. Velázquez es el gran maestro del retrato, ya que con muy pocos trazos supo sintetizar la personalidad de su modelo. Se dice que "sus hombres y mujeres parecen respirar".
Grandes obras. Su estancia en la Corte no le impidió mirar a su alredor y llevar a sus lienzos lo que veía o imaginaba. Así que, además de los retratos, Velázquez pintó paisajes y mitologías; temas religiosos, como el famoso Cristo; temas paganos, como el desnudo de ’La Venus del espejo’, o asuntos de la vida cotidiana, como ’Los borrachos’ o ’Las hilanderas’. Uno de sus obras más impresionantes es ’La rendición de Breda’, también llamado ’Las lanzas’ [1].
Diego Velázquez, que se pintó en ’Las meninas’ con el emblema de Santiago, fue nombrado Caballero de esta orden al final de su vida, algo que siempre persiguió (para ascender en la escala social) y que logró gracias a su relación con Felipe IV, quien le consideraba su amigo.
Relaciones públicas. Velázquez no sólo fue el pintor oficial, sino jefe de la Casa del Rey. Entre sus funciones figuraba administrar las dependencias regias. En 1660 le encargaron la más importante misión de su vida: preparar el casamiento de la infanta María Teresa con Luis XIV, el ’Rey Sol’, cumbre del Absolutismo Francés, una boda que significaba la paz entre los dos países tras décadas de enfrentamientos. Fue tal la tensión y los agobios que murió meses después de la egregia ceremonia.