TÉCNICAS DE ESTUDIO
Un ‘planning’ en el que hay que dormir y comer
(actualisé le )
Para tener las pilas puestas antes de un examen hay que dormir bien, comer alimentos ricos en fósforo, calcio y vitaminas y hacer ejercicio físico de forma habitual. Sólo así rendirás en clase y no se te caerán los párpados mientras estudias. De esta manera, tu salud mental gozará de la suficiente autoestima como para creerse que es capaz de obtener los mejores resultados en los exámenes
AULA de EL MUNDO
Los exámenes están a la vuelta de la esquina. El estrés hace que te comas las uñas, bebas litros de café y no controles lo que comes. Sólo piensas en hincar los codos y aprenderte los libros al dedillo. Pero así no llegas a ningún sitio. El estudio es una actividad psíquica y, como tal, está condicionada por la salud física y el bienestar corporal.
Para rendir en un examen, lo principal es dormir entre siete y nueve horas diarias. Ésta es la única manera de reponerse y de descansar del agotamiento mental y físico. De hecho, puedes comprobar que cuando duermes de un tirón, al despertarte, la sensación será de estar relajado, fresco y dispuesto a rendir al máximo en el trabajo intelectual.
Otra manera de prepararse para un examen es controlando tu dieta alimenticia. El menú debe ser variado y rico, a base de vegetales, pescado, carne, leche, huevos y fruta. Las comidas abundantes nunca son aconsejables para estudiar.
Muchos de los problemas que tienen los estudiantes se deben a su mala salud. Para remediarla hay que intentar dormir lo suficiente, evitar las comilonas, procurar que las comidas sean ricas en proteínas, masticar bien lo que se come, tener cuidado con las bebidas alcohólicas y descartar las pastillas estimulantes. Sin duda, siguiendo estas reglas el rendimiento en los estudios variará a favor del alumno.
A estos consejos hay que sumar el entorno y el mobiliario que rodean al estudiante. Es básico un cuarto de estudio con una estantería para los libros, una mesa y una silla para estudiar y, sobre todo, el silencio. Ésta última condición es imprescindible para cualquier actividad intelectual. Hay que dejar a un lado el jolgorio, los gritos, la televisión y las carreras. Lo mejor es buscar un clima de silencio en casa o allí donde se estudie.
Sugerencias
PARA DESCANSAR. Primero, no lleves nunca a la cama problemas personales, debes solucionarlos antes de acostarte o dejarlos aparcados para el día siguiente. Segundo, reduce los alimentos y las bebidas excitantes (chocolate o café). Tercero, cena temprano y procura que los alimentos que tomes sean ligeros. Cuarto, no utilices sedantes, somníferos o tranquilizantes. Quinto, camina antes de dormir y toma una ducha de agua tibia. Sexto, extrema la higiene corporal y bucal. Séptimo, márcate una hora fija para dormir. Octavo, haz ejercicio físico cada día. Noveno, mantén el dormitorio aireado. Y décimo, si después de 30 minutos no puedes dormirte, levántate y ponte a estudiar, y cuando estés cansado, te acuestas.
LA RELAJACIÓN. Si estás nervioso o preocupado, la mejor manera de remediarlo es practicando cada día una o dos sesiones de relajación, de 10 ó 15 minutos cada una. Para hacerlo, puedes tenderte en tu cama con los brazos estirados y las piernas flexionadas sobre una almohada, de forma que el cuerpo descanse todo su peso. Debes entornar los ojos y dejar la boca relajada, aflojar los músculos y no pensar en nada. Ponte una cinta de música suave y relajante, hasta conseguir que tu cuerpo flote.
LA HIGIENE MENTAL. Márcate una meta que incremente tu deseo de saber. Intenta conocerte a ti mismo y aceptarte tal y como eres. Asume tus equivocaciones y fallos, y procura corregirlos. Rodéate de compañeros y amigos estudiosos que reúnan esas cualidades de salud mental, ya que todo se contagia.
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