Una Europa políticamente unificada es perfectamente posible y, sobre todo, necesaria. Entrevista a Alain de Benoist, por Nicolas Gauthier

El soberanismo parece estar volviendo a estar de moda. Cada vez más personalidades, pero también intelectuales, lo reclaman. ¿Deberíamos contarle entre ellos?

Tengo muchos amigos soberanistas, cuyos diagnósticos suelo compartir. Tampoco me cuesta pensar, como Michel Onfray, que "lo opuesto al soberanismo es el vasallaje, la sumisión, la dependencia, el sometimiento, la tutela", en definitiva, la servidumbre. Pero, personalmente, no me definiría como un soberanista, porque es demasiado obvio que el término es equívoco y que puede referirse a cosas muy diferentes. Lo único cierto es que el soberanismo es estrictamente incompatible con el liberalismo, que rechaza toda forma de soberanía política por constituir una amenaza a la libertad individual.

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Fuente original en francés: Bd Voltaire