Arnaud Imatz reflexiona sobre el fascismo, el falangismo y el franquismo www.latribunadelpaisvasco.com

Nacido en Bayona (Francia), en 1948, en el seno de una familia de origen vasco-navarro, Arnaud Imatz es doctor en Ciencias Políticas y diplomado en Derecho y Economía. Ha sido funcionario internacional en la OCDE y empresario, pero, sobre todo, es uno de los principales hispanistas europeos, autor de numerosas obras, entre las que destacan algunas como Vascos y Navarros (La Tribuna del País Vasco, 2020), José Antonio: entre odio y amor. Su historia como fue (Áltera, Madrid, 2006, 2007) o Los partidos contra las personas. Izquierda y derecha: dos etiquetas (Áltera, Barcelona, 2005). Imatz es también uno de los principales expertos en el estudio de la Falange Española y en esta entrevista explica con precisión los puntos de contacto y las diferencias de ésta con el franquismo y el fascismo.

¿Es el fascismo una revisión del marxismo o una táctica del capitalismo?

La supuesta “táctica del capitalismo” era la tesis de la Comintern desarrollada muy temprano a partir de 1923. Creo que la Segunda Guerra Mundial fue su desmentido más rotundo. Como todos sabemos dicho conflicto estuvo marcado por la alianza del comunismo de Stalin con el capitalismo liberal de Roosevelt. Los dos lucharon victoriosamente contra el nacional-socialismo alemán de Hitler y su aliado el fascismo italiano de Mussolini. Por supuesto, esto no ha impedido que los comunistas repitan lo mismo y ’ad nauseam’ después de 1945, ni por supuesto que lo utilicen hoy los criptocomunistas con la misma jerga: “instrumento violento y dictatorial del capitalismo burgués” o "brazo armado del capital".
La verdad de los hechos es distinta. Todos los partidos de derecha y de centro (muy especialmente los conservadores), pero también los de izquierda, con la excepción de los partidos marxistas revolucionarios, han sido financiados por la gran patronal. Los partidos llamados “fascistas” son paradójicamente los que menos lo han sido. La gran patronal y/o el gran capitalismo se unió mayoritariamente a los partidos fascistas cuando la victoria estaba prácticamente ganada por estos últimos y cuando no tenían otra opción (esto lo demostró hace años, por ejemplo, Ashby Turner Henry en su obra German Big Business and the Rise of Hitler, 1985).

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