Violencia escolar

Francia se moviliza para detener la ola de violencia en las escuelas Violence à l’école : depuis vingt ans, une dizaine de plans de prévention pour peu de résultats

Las agresiones por pandillas dejan un muerto y alertan de la falta de medios y vigilantes - El Gobierno convoca al sector y los profesores se echan a la calle

ANA TERUEL - París - 18/02/2010

Ni las siete cámaras de vigilancia, ni el personal del liceo pudieron evitar el lunes la agresión con cúter a un alumno de 17 años del Guillaume Apollinaire de Thiais, en las afueras de París. El joven, cuyo estado no reviste gravedad, es el tercero que sufre un ataque de consideración en un centro escolar del departamento de Val-de-Marne desde principios de año.

Ni las siete cámaras de vigilancia, ni el personal del liceo pudieron evitar el lunes la agresión con cúter a un alumno de 17 años del Guillaume Apollinaire de Thiais, en las afueras de París. El joven, cuyo estado no reviste gravedad, es el tercero que sufre un ataque de consideración en un centro escolar del departamento de Val-de-Marne desde principios de año. Pero no el más grave. El 8 de enero un joven de 18 años murió a manos de un compañero tras recibir tres cuchilladas en los pasillos del liceo. Estos incidentes han cristalizado el malestar de los profesores de la zona escolar de Créteil, de la que dependen los tres centros en cuestión, que se manifiestan hoy por segunda vez en lo que va de semana en París contra la ola de violencia. La achacan a la falta de medios, la supresión de puestos de trabajo y la sustitución de vigilantes por cámaras.

El ministro de Educación, Luc Chatel, ha anunciado que convocará en abril una conferencia sectorial sobre la seguridad en los institutos. Y los sindicatos han llamado a la huelga nacional en los centros de educación secundaria para el 12 de marzo.

La última víctima de esta ola de violencia se encontraba en clase de gimnasia cuando una decena de desconocidos entró y la emprendió a golpes con él. Fue necesaria la intervención de dos profesores y una decena de compañeros para repeler a los agresores, que emplearon una bomba lacrimógena para darse a la fuga, tras herir al joven en la oreja con un cúter. El estudiante fue trasladado a un hospital de inmediato. Su estado no reviste gravedad.

El personal del centro ha hecho valer desde el martes su "derecho de retirada" del trabajo. Es decir, los trabajadores han alegado que peligra su seguridad y se han ausentado de sus puestos. Acogiéndose a esta figura -a diferencia de lo que ocurre durante una huelga- siguen cobrando.

Han seguido el ejemplo de los trabajadores del liceo Adolphe Chérioux de Vitry-sur-Seine tras la agresión, a punta de cuchillo, a un alumno de 14 años, también por un grupo de intrusos. Ayer, tras dos semanas de parón y a dos días de las vacaciones escolares, retomaron las clases pero prometen mantener la protesta por otros medios.

La mediatización de estas tres agresiones ha relanzado el debate sobre la seguridad en los institutos, pese a que las estadísticas no muestran un aumento fulgurante de los actos de delincuencia -sólo el 10% de los centros de secundaria han visto crecer las agresiones-. Y, en el centro de la polémica, está la tendencia a sustituir en los centros, desde hace 10 años, vigilantes (no armados) por cámaras de vigilancia. En 2004, ese personal lo integraban 50.193 personas y en 2009, 28.166. "Los vigilantes, en su mayoría estudiantes, son también personas que están ahí para dialogar con los adolescentes", recuerda Jean Carroy, profesor del colegio de Chérioux, pegado al liceo donde se produjo la segunda agresión. De hecho, la principal reclamación del personal de aquel liceo es que se duplique el número de puestos de vigilantes. Actualmente, son 11 para 1.500 alumnos.

Hace un año, el presidente Nicolas Sarkozy reaccionaba a otro dramático suceso en un instituto anunciando un plan de lucha para blindar los centros de intrusos: principalmente, la instalación de cámaras y verjas de seguridad y la vigilancia de zonas colindantes a los institutos. Sólo se han implantado el 20% de las medidas en los 184 centros sensibles desde entonces, según el primer balance del plan.

Los profesores, en todo caso, consideran que es necesaria más prevención y menos represión. "La cuestión de la seguridad no es más que un epifenómeno que ocurre porque no se ha hecho nada para impedirla", asegura Rodolphe, profesor en un liceo de formación profesional del difícil departamento de Seine-Saint-Denis, limítrofe de Val-de-Marne y conocido por su pobreza y sus problemas de inseguridad. "No se nos dan los medios para hacer pasar el mensaje de que la escuela es un lugar de igualdad de derechos. Los centros no hacen más que reflejar la violencia de fuera".

Los sindicatos denuncian la ley de 2007 que establece que no se reemplace en la Administración pública uno de cada dos puestos vacantes por jubilación porque supondrá la supresión de 80.000 plazas de profesor en cinco años. Tampoco creen que baste con proteger la entrada a los institutos, dado que según el Observatorio de la Violencia en las escuelas, sólo el 15% de las agresiones parten de intrusos.

El martes, el ministro de Educación anunció la convocatoria en abril de un gran encuentro sobre seguridad en la escuela. "Hace falta que los representantes de las colectividades locales, los sociólogos, el observatorio de la delincuencia, el observatorio de la violencia en la escuela, pueden reflexionar con un poco de distancia sobre la cuestión". El ministro apuntó también a la aparición de "nuevos fenómenos" como la "extorsión en la escuela y los juegos peligrosos". Los más críticos temen que la iniciativa sea una mera operación mediática.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Francia/moviliza/detener/ola/violencia/escuelas/elpepisoc/20100218elpepisoc_3/Tes

Violence à l’école : depuis vingt ans, une dizaine de plans de prévention pour peu de résultats

LE MONDE | 17.02.10 | 11h43 • Mis à jour le 17.02.10 | 15h40

Arrivé à trois mètres d’Antony, un élève de terminale qui lui tourne le dos, Frédéric pointe son arme et tire froidement. Atteint dans la région lombaire, Antony s’écroule. Par miracle, il s’en tirera, sans lésions irrémédiables, après une longue hospitalisation." C’était un matin de mars, au lycée Magendie de Bordeaux. Le 6mars 1984, indique l’article du Monde qui, en 1987, rend compte du procès de l’agresseur. L’année précédente avait été marquée par la mort du proviseur du lycée Jean-Bart de Grenoble, poignardé par un élève de 17 ans qui n’avait pas supporté son renvoi.

En matière de violence à l’école, une amnésie collective semble accompagner chaque événement grave. Une incursion dans la documentation du Monde procure à cet égard un recul saisissant. "Après le viol d’une élève dans les locaux d’un lycée de Saint-Ouen, le 27 septembre, la série d’actes de violence se poursuit dans des établissements de la région parisienne", apprend-on en octobre 1990.

Le 17, devant l’Assemblée nationale, Lionel Jospin, ministre de l’éducation, souligne que les écoles doivent rester des lieux "où les jeunes soient le plus possible préservés des convulsions du monde extérieur". Insuffisant pour enrayer un mouvement de protestation qui rassemble des centaines de milliers de lycéens… et se termine par une séquence «casseurs».
C’était il y a vingt ans. Passer directement à l’actualité récente, c’est occulter un nombre indéterminé de drames, comme le décès de Djamel Essaghir, élève de première, poignardé à mort le 10novembre 1992 à Saint-Etienne, au cours d’une bagarre devant le lycée d’Alembert.

AFFICHAGE TONITRUANT

En mai de la même année, Jack Lang, ministre de l’éducation, avait lancé le premier d’une longue série de plans (on en est désormais à une dizaine) contre la violence à l’école. On sait, avec la distance, qu’aucune annonce politique ne s’est durablement traduite par une diminution de cette violence. La formule même du "grand-plan violence" n’est pas pertinente.

Les politiques veulent du rendement rapide, de l’affichage tonitruant pour les prochaines élections. La prévention de la violence réclame au contraire du suivi, du local, du sur-mesure, de la patience et de l’humilité. Ce décalage est involontairement illustré le 22mai 1993 par François Bayrou, ministre de l’éducation, annonçant sa volonté de protéger ce "sanctuaire" que doit rester l’école. Les mots, hélas!, ne sont pas magiques. Le 17 septembre, un lycéen de 16 ans et demi était tué par un camarade d’un coup de feu en plein cœur, à la sortie d’un lycée de Brest.

C’était seize ans avant l’annonce, en mai 2009 par Xavier Darcos et Nicolas Sarkozy, après plusieurs agressions d’enseignants, d’un plan de "sanctuarisation" des établissements scolaires. Et le 22 mai 1997, il y a treize ans, 1 500 enseignants de Seine-Saint-Denis – déjà! – manifestaient à Paris suite à des "agressions répétées" dans plusieurs établissements.

CAS EXCEPTIONNELS

Mais, récemment, la violence à l’école n’aurait-elle pas augmenté? S’il s’agit des faits graves comme ceux qui focalisent l’attention ces derniers jours, ils restent exceptionnels et peuvent toucher n’importe quel établissement. Après l’agression au couteau d’une enseignante à Fenouillet (Haute-Garonne), le ministère de l’éducation avait indiqué, en mai 2009 qu’il n’y avait "pas de montée significative" de ce type de violence.

Et globalement, toutes catégories confondues, constate-t-on une hausse des violences à l’école? "Personne ne le sait", répond le spécialiste français le plus réputé, Eric Debarbieux, directeur de l’Observatoire international de la violence à l’école. Faute, notamment, d’un instrument de mesure fiable et stable.

L’éducation nationale a cassé le thermomètre en passant d’un système de mesure à un autre. Jusqu’en 2007, le logiciel Signa recensait les actes violents signalés par chaque établissement. L’exploitation de ces chiffres par l’hebdomadaire Le Point pour établir un "palmarès" a conduit les chefs d’établissement à le boycotter.

Un nouveau système, Sivis, fondé sur un panel d’établissements anonymes, l’a remplacé. Les dernières données Signa, celles de 2005-2006, faisaient état d’une augmentation de 7 % en un an des incidents touchant les enseignants, et de 25 % depuis 2003 des incidents touchant les personnels de surveillance et les conseillers principaux d’éducation.

En revanche, selon Sivis, le nombre moyen d’incidents graves pour 1 000 élèves a diminué entre 2007-2008 et 2008-2009, passant de 11,6 % à 10,5 %. Les "atteintes aux personnes", qui représentaient 80,9 % de ces incidents la première année, sont passées à 80,6 % l’année suivante. Mais parmi celles-ci, la proportion des "violences physiques" a légèrement augmenté, passant de 36,4 % à 38,8 %.

Ces chiffres ne permettent ni de conclure à une explosion ni de contredire les enseignants lorsqu’ils perçoivent une aggravation. Ces dernières années, 50 % des faits de violence se concentrent sur les 10 % d’établissements les plus difficiles où, rappelle M. Debarbieux, se multiplient les incidents qui "empoisonnent la vie quotidienne".

Luc Cédelle

http://www.lemonde.fr/societe/article/2010/02/17/violence-a-l-ecole-depuis-vingt-ans-une-dizaine-de-plans-de-prevention-pour-peu-de-resultats_1307087_3224.html