TÉCNICAS DE ESTUDIO

De cómo escribir sobre la obra de un escritor

MARTA CABALLERO

Decía Lázaro Carreter: “Así como el estudio de la Música sólo puede realizarse oyendo obras musicales, el de la literatura sólo puede hacerse leyendo obras literarias”. Por lo demás, el aprendizaje memorístico o histórico de la producción de un escritor no es más que complementario a lo que debe comprender el estudio de la literatura, y que no es otra cosa que su lectura.

Partiendo de esta base, pasamos al supuesto de que en un examen tengas que comentar una obra literaria. A no ser que te toque un poema, estaríamos hablando del fragmento de un texto mayor, que, esperamos, has leído y trabajado. En el caso de una composición poética, la historia se repite, pues para comentarla has de saber a qué pertenece.

Comentar un texto consiste en relacionar de forma clara y ordenada el fondo y la forma de esa pieza y descubrir lo que su autor quiso decirnos, por qué lo dijo en ese momento y en qué corriente, por tanto, puede englobarse. Puede haber, así, distintas explicaciones válidas de un mismo texto, dependiendo de la cultura, la sensibilidad o los intereses de los lectores que lo realizan.

Pero estamos en Bachillerato y hay que atender a ciertas pautas. La primera es que la longitud de vuestro comentario no os dará el aprobado, ni siquiera una retahíla de datos históricos y biográficos lo harán. Al contrario, es preferible que seáis concisos y que expongáis sólo aquello que sabéis con seguridad y que no venga de vuestra subjetividad. La expresión escrita es a veces más importante que lo que sepáis de memoria. Si comentáis, argumentáis y desarrolláis vuestro ejercicio con palabras, expresiones y ortografía correctas, estaréis mucho más cerca del aprobado. Durante el examen, ya sabéis, leed detenidamente el texto y redactad un borrador en el que aparezcan los datos que conozcáis con seguridad. Acto seguido, párrafo a párrafo y verso a verso, con orden, id anotando las cuestiones que sean de relieve. Finalmente, empezad a escribir (con buena letra y ortografía) y respetando un orden esquemático en el que vayáis, preferiblemente, de lo general a lo particular.

Craso error

EL COMIENZO. Vais a quedar fatal si empezáis vuestro comentario con expresiones como “la obra a comentar”, pues la preposición a más infinitivo es del todo incorrecta. Olvida también ese horrible comienzo de “El texto se trata de”, pues el se trata no puede ir con el sujeto.

PUNTOS Y ORTOGRAFÍA. Estad atentos a la puntuación (recordad que entre sujeto y predicado no van comas y que tan grave es su omisión como su uso excesivo). Y si ya hemos recalcado que leyendo debéis eliminar las faltas de ortografía en la redacción, más importante es hacerlo en las asignaturas de Lengua y Literatura. Muchos profesores restan puntos por faltas. Y hacen bien.

EL VERBO. Si un autor resume su estado vital en un poema, por ejemplo, hace eso precisamente: resumir. Y no “hace un resumen” ni “hace una síntesis”, de la misma manera que vosotros no “hacéis un comentario”, sino que comentáis. La española es una lengua rica en formas verbales, y tenéis que empezar a conocerlas y emplearlas. Nada de perífrasis chirriantes. Valga esta pauta también para la repetición de palabras. Un buen diccionario de sinónimos os puede ser de ayuda. En cualquier caso, la regla es de nuevo la que ya sabéis: leer.

LA EXPRESIÓN. Es común el error de traducir al profesor un texto literario con exclamaciones como “es como si...”, o “es como cuando...”. ¡No rotundo! Nada es como nada ni cuando nada. Hablad con propiedad y aplomo. Y sacad el Yo del comentario (omitid eso de “en mi opinión” o “según mi parecer”).

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