Había una vez en cierto pueblo, dos hombres que se llamaban Joaquin Gonzales. Uno era sacerdote y el otro taxista. El destino hace que los dos hombres mueran el mismo día. Entonces, llegan al cielo, donde los espera San Pedro. ¿Tu nombre? Joaquín González. ¿El sacerdote? – No, no, el taxista. San (...)