TÉCNICAS DE ESTUDIO

La memoria no es ninguna tontería

(actualisé le )

El antaño habitual aprendizaje memorístico ha caído en desuso. Las técnicas de estudio recomiendan un aprendizaje en el que se comprenda, se lea, se pregunte y se resuma. Sin embargo, la memoria es una herramienta útil y necesaria, puesto que hay cosas que tienes que meterte en la cabeza sí o sí. ¿Cómo retener un dato histórico, una regla lingüística o un teorema? Te proponemos algunas ideas

MARTA CABALLERO

Si abres cualquier libro de técnicas de estudio, posiblemente descarte el tradicional aprendizaje de memorieta a favor del que se desarrolla a través de la comprensión, la lectura, la creación de esquemas, etcétera. Estamos de acuerdo, pero este tipo de consignas no pueden enterrar la que es una de las partes más importantes de la inteligencia humana y, por supuesto, una herramienta fundamental para el estudiante: la memoria. Utilizarla y ejercitarla desde edades tempranas debe tomarse como una obligación que, si se efectúa correctamente, repercutirá de forma positiva en etapas posteriores de la vida.

Pero no entendemos por aprendizaje memorístico el que se produce cuando un alumno, sin preparación previa, toma un texto y lo lee hasta que consigue retenerlo palabra por palabra como si de una oración se tratase. A algunos les funciona, cierto, pero la verdad es que este procedimiento es muy traicionero. Si te falla una palabra o el comienzo de una frase, puede que te quedes compuesto y sin parrafada.

Inevitablemente hay cosas que tienen que entrarte de cajón: un dato histórico, una regla lingüística, el pasado de un verbo irregular... Te sugerimos que no dejes entrar en tu mente nada que no hayas comprendido y, si se da el caso de que se trate de algo abstracto, al menos no dejes pasar nada para lo que no tengas, por ejemplo, una buena nemotecnia.

Para este sano ejercicio de memoria te recomendamos también que trabajes la observación para captar detalles contrastados y otros no tan evidentes; que pongas en práctica métodos de clasificación (se retienen mejor los elementos de un conjunto si procedemos a su clasificación); que captes el significado de las ideas básicas de un tema; y que procures pensar con imágenes, ya que la imaginación y el pensamiento están unidos (capta lo novedoso, exagera rasgos como si se tratara de una caricatura y da movimiento a las imágenes pensadas).

¿Olvidadizo?

FALTA DE CONCENTRACIÓN. Es una de las causas principales de un bajo nivel de capacidad memorística. La atención, la concentración y el interés están muy relacionados. Si algo no te despierta interés, su memorización es tarea difícil. Intenta buscar la motivación desde el principio, no a dos días del examen. Trabaja la atención en clase, pregunta lo que no entiendas, etcétera.

NO ENTENDER ES OLVIDAR. Si escribes una serie de palabras conocidas en una lista y creas otra con palabras de las que no conoces su significado, recordarás mucho mejor la primera que la segunda. La memoria escupe lo que no comprende. Por ello, es importante que, antes de hincar los codos, hayas entendido el texto. Memoria y comprensión, sí. Memorieta y repetir como papagayos, no, porque este mal hábito puede provocar que te quedes en blanco o que se te olvide lo estudiado después de la prueba.

NOS RECOMIENDAN. Olivier Danis nos manda el siguiente consejo: “Hola, me gustaría compartir un truco de estudio para cualquier hora y cualquier rincón: necesitáis un mp3 con grabadora. A continuación leéis la lección en voz alta y os grabáis. Así, en el autobús, por la calle o en tu cama puedes oír la lección”.

UN PAR DE IDEAS MÁS. Haz pausas mientras estudias para recordar lo que vas aprendiendo y revisa lo antes posible el material estudiado a través de esquemas. Así se aumenta el número de repeticiones-fijaciones consiguiendo que el olvido se retrase.

http://aula2.el-mundo.es/aula/noticia.php/2006/12/04/aula1164996285.html