MARX El intelecto de la revolución

(actualisé le )

REBECA YANKE

Un periodo histórico agitado, un continente dominado por distintas tendencias ideológicas, discusiones con los grandes filósofos del siglo y, además, afinidades con otros ideólogos, como Engels. Ésa es parte de la trayectoria vital de un hombre que dio nombre al marxismo y revolucionó no sólo el concepto histórico y económico sino también la realidad social de la gran masa proletaria del siglo XIX y el XX. Un mito: Marx. Y una filosofía: la revolución de los trabajadores

Al igual que le sucedió a Kant, Marx se enfrenta a una triple influencia cuando comienza a pensar. Además, fue un hombre de brillante intelecto que tocó muchos campos (Sociología, Economía, Política) y esto complica su descripción. Al mismo tiempo, facilita la manipulación de su pensamiento. Es un clásico ya presentar su obra como el resultado de tres flechas que inciden en él.

Por un lado, la filosofía hegeliana (asimilada durante sus años de estudiante en Berlín); la de la economía política inglesa, en la que se inicia durante su exilio en París; y la del socialismo francés que también conoce en la capital francesa.

Cuando se adentra en su propio pensamiento llega a la conclusión de que ya es hora de que los filósofos dejen de contemplar el mundo y se dediquen a transformarlo. Para él, toda teoría deberá ser válida también en la práctica. De hecho, el ataque a la filosofía anterior a la suya (el idealismo, sobre todo el hegeliano) será una constante en el marxismo: la filosofía, el derecho, la cultura de la época en general, piensa Marx, no eran sino la expresión ideológica, de ocultación y falseamiento de los verdaderos intereses de la clase dominante, la legitimación y justificación de un orden económico, político y social injusto.

Para el marxismo, el conocimiento que todo ser humano tiene de la realidad, social e histórica, está determinado por su situación económica, por su ubicación en el proceso productivo y por las relaciones de producción en las que se halla inmerso.

Según Marx, las ideas y los valores que el ser humano va adquiriendo a lo largo de la vida no son algo neutral e independiente de la situación económica en la que ha crecido; son el reflejo de la realidad material (económica y social) en la que vive. Es “la realidad la que determina la conciencia” y no al revés, como pretende la filosofía racionalista e idealista.

Humanismo antihumanista en contra del capitalismo

Era el del joven Marx, en la década de los sesenta del siglo XIX, un pensamiento humanista, que más tarde, cuando le llegó la madurez, se convirtió en otra cosa. El humanismo de Marx es, sobre todo, una crítica del humanismo burgués, aquel que, bajo la ciencia y la filosofía idealistas, legitima la explotación capitalista. Marx apuesta por emprender una lucha téorica y práctica que permita implantar, en todas las sociedades, un nuevo tipo de ser humano, autónomo, libre y liberado de ideologías y alienaciones.

Su humanismo es, pues, liberador y crítico, y también es un antihumanismo respecto al falso ideal humano del capitalismo, individualista y cosificador. En su obra Ideología Alemana expone un humanismo nuevo, anclado en las relaciones sociales de produccción que se establecen a lo largo de la historia. Ésta es, para Marx, la única ciencia real: la Historia.

Dossieres

GÉNERO HUMANO. Para Marx, el género humano es una especie animal como las demás, aunque dotada de una extraordinaria capacidad única: la posibilidad de transformar el mundo mediante el trabajo. En su opinión, la Naturaleza no es algo exterior al hombre, sino que forma parte de él mismo como actividad sensorial, como actividad práctica. La vida humana lo es mediante el trabajo, mediante la acción de transformar la Naturaleza y, en consecuencia, a uno mismo.

SER ACTIVO. Pensar que el hombre es un ser activo lleva a Marx a analizar la Historia y, al hacerlo, se encuentra con una organización económica determinada que hace que, de hecho, el hombre no se realice mediante el trabajo sino que se desrealice, se niegue, se extrañe, en una palabra, se aliene.

ALIENACIÓN. Para Marx, en la sociedad capitalista, el trabajador está alienado respecto al producto de su trabajo, en el acto mismo del trabajo, para con la naturaleza, para con el otro hombre. Como consecuencia de la alienación, las demás actividades del hombre pierden, en el obrero, todo carácter humano y quedan rebajadas a la animalidad.

Marxismo

La filosofía marxista es, ante todo, una filosofía de la Historia y de la sociedad, que reacciona fuertemente contra el idealismo filosófico que imperaba en aquella época. Coloca al ser humano y la construcción de la sociedad en el seno de la naturaleza y de las realidades materiales que condicionan toda la vida social. Para el marxismo, la Naturaleza es la fuente de recursos materiales del género humano, y éste las emplea para satisfacer todas sus necesidades, tanto físicas como culturales.

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