NIETZSCHE El filósofo que luchó por la alegría de vivir

La segunda mitad del siglo XIX fue un periodo lleno de cambios. Cambios sociales, tecnológicos, políticos y, por supuesto, morales. Ante el avance de la modernidad, ante el desmesurado crecimiento de las sociedades europeas, los pensadores trataron de dar un contenido ético y moral a las transformaciones que originaban el fin de un mundo y el nacimiento de otro. En ese momento de reflexión surgió la figura de un bigotudo que trató de construir un nuevo universo espiritual, Friedrich Nietzsche

CESAR PIERNAVIEJA

Quince de octubre de 1844. En la ciudad de Röcken viene al mundo el filósofo que muchos conocen por su frase (normalmente sacada de contexto) “Dios ha muerto”.

Es Friedrich Nietzsche, el pensador y escritor alemán que buscó dotar de un nuevo universo espiritual al confuso, perdido y desorientado mundo del siglo XIX, que se había visto envuelto en el mar de dudas que toda transformación social lleva consigo.

Quizá te preguntes quién es Nietzsche para realizar tan complejo cometido. Pero si sabes que estudió en las universidades de Bonn y Leipzig y que logró ser catedrático a los 24 años, sin haber hecho tesis doctoral, sólo por la calidad de los estudios que había realizado y las conferencias que había pronunciado, no lo dudes tanto. Por aquellos años de juventud Nietzsche estudió profusamente la cultura griega y las aportaciones de sus filósofos más antiguos.

Y en su primer libro, El origen de la tragedia, trató de comprender el espíritu de Grecia antes de la aparición de, entre otros, Sócrates. Para ello distinguió lo apolíneo (la armonía, la medida y el equilibrio propios de la escultura y la arquitectura) de lo dionisíaco (espíritu que representa las fuerzas irracionales y la alegría de vivir en los festivales en honor del dios Dionisio). Nietzsche se muestra entonces partidario de recuperar lo dionisíaco que había sido olvidado en la cultura occidental después de Sócrates.

En una segunda etapa, el pensador alemán se centró en definir los conceptos con los que criticaría a la cultura occidental, a su moral y a la religión cristiana.

Aboga por la imposición de un espíritu libre basado en una ciencia que huya del rigor y la solemnidad tradicional para liberar al hombre de su esclavitud y el dominio impuesto por la metafísica, la religión y la moral tradicionales. Ese espíritu libre representa para Nietzsche, el nacimiento de la libertad. Cuando el hombre toma conciencia de él, es cuando se convierte en la fuerza transformadora de los viejos valores y en la fuerza de crear otros nuevos.

Pensamiento

Cuatro aspectos de crítica al cristianismo y la muerte de Dios

Nietzsche, para realizar su crítica al cristianismo, se centra en cuatro puntos fundamentales. El primero de ellos afirma que el cristianismo ha ofrecido una imagen del hombre que exalta su debilidad y fragilidad. En el segundo, Nietzsche señala que la citada doctrina cristiana ha difundido una serie de dogmas y principios plagados de contradicciones, errores y paradojas.

El filósofo continúa asegurando que el cristianismo ha contribuido a alimentar una serie de esperanzas falsas sobre la existencia de un mundo en el más allá, que desprecian la vida de nuestro mundo. Y concluye con que el cristianismo se complace con el cinismo y la hipocresía de sus seguidores, cuyas creencias se alejan cada vez más de la vida que realmente practican.

Con todo ello, el filósofo alemán anuncia la muerte de Dios, al diagnosticar un estado que renuncia a fundamentar sus creencias, valores y principios en la idea de Dios. Es, por tanto, un pronunciamiento radical de afirmación del hombre para afrontar el nihilismo.

Y, ¿qué es el nihilismo? Por una parte, representa la ausencia de valores que han estado sofocando la vida del hombre. Y, por otro, es el estadio a partir del cual el hombre ha de desarrollar unos nuevos valores que abracen la vida y la realidad como un todo, sin prejuicios ni falsas creencias.

Este proceso da origen al superhombre, una figura colectiva que simboliza al conjunto de hombres dispuestos a frontar la transmutación de valores que propugna Nietzsche. Para él, el hombre debe apropiarse de todas las posibilidades que le otorga su condición humana. Es, por tanto, la coronación de un proceso de transmutación espiritual.
En resumen, Nietzsche defiende la liberación del hombre de todas las ataduras que tradicionalmente le han impedido desarrollar plenamente su condición humana.

Más cosas

BIOGRAFIA. Friedrich Nietzsche nació en 1844 en Röcken, ciudad de la antigua Prusia. Cuando era todavía muy pequeño su padre murió, y su madre se empeñó obstinadamente en que Friedrich fuera pastor como su progenitor, sus abuelos y algunos otros familiares. Desde joven sufrió unos intensos dolores de cabeza, y demostró una clara admiración por la música, (interpretó y compuso diversas piezas). El final de su vida fue dramático: aquejado de locura, es ingresado en hospitales psiquiátricos y termina falleciendo el 25 de agosto de 1900.

EL ETERNO RETORNO. Es la repetición selectiva de la fuerza que expulsa todo lo que limita la vida y la libertad creadora del hombre. Es también una crítica a la concepción lineal del tiempo y a la defensa del carácter eterno de los instantes, sin un futuro predeterminado.

LA VOLUNTAD DE PODER. Según el pensador alemán, el superhombre ha de desarrollar una voluntad de poder que persiga la creación de los nuevos valores que sustituyan a los que, él, cree viejos, obsoletos y que han atado al hombre en este nuestro mundo terrenal.

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