TÉCNICAS DE ESTUDIO

Los métodos que te ayudarán a mejorar en clase

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Las condiciones físicas del alumno, las ambientales del lugar donde se dispone a estudiar, una buena planificación y estructuración del tiempo del que dispone y el conocimiento de las técnicas adecuadas pueden ayudar al alumno a mejorar su rendimiento en clase. En esta página vamos a abordar dos aspectos fundamentales: la atención y la creación de un espacio adecuado para trabajar

AULA de EL MUNDO

El fracaso escolar tiene múltiples análisis y no se puede tener en cuenta una única variable que influya en el escaso rendimiento del alumno. Pero una de las que más influyen es el inadecuado método de estudio. Una buena técnica es imprescindible para afrontar el curso, mejorar el nivel de atención, concentración y memoria y obtener buenos resultados. Las técnicas de estudio deben contemplar tres aspectos fundamentales: las condiciones físicas del alumno y las ambientales del lugar donde va a estudiar; la planificación y estructuración del tiempo del que dispone y el conocimiento de los métodos que favorecen el estudio.

Uno de los aspectos esenciales dentro del primer aspecto -que vamos a abordar en esta ocasión- es la atención. Los estudiantes deben mejorar la atención voluntaria, con la que deben trabajar para mejorar su capacidad. Algunas causas de distracción son: el lugar inadecuado, la televisión, la ausencia de objetivos, la falta de descanso, la mala distribución del tiempo, la alimentación deficiente, los pensamientos negativos (del tipo “no puedo”, “no soy capaz”) o los problemas familiares, sociales que pueda tener el alumno.

En cambio, existen factores que fomentan la atención: planificar con minuciosidad el trabajo a realizar, jerarquizar el trabajo, preparar el material necesario y tenerlo ordenado y fraccionar las tareas con periodos de descanso.

En cuanto a la creación del ambiente, es necesario que el alumno tenga en cuenta una serie de características que debe cumplir el espacio en el que se dispone a estudiar. Sería adecuado que fuera siempre el mismo lugar, que facilite su concentración, que tenga a su alcance todo el material necesario para el desarrollo de su actividad y que no haya elementos que le perturben.

Además

JERARQUIZACIÓN. El alumno debe jerarquizar el trabajo. En primer lugar debe realizar lo que le resulte más fácil. A continuación lo más difícil y por último lo que le entrañe una dificultad intermedia.

AMBIENTE. Una buena ventilación y la combinación de la luz natural y la artificial que debe incidir de forma directa sobre los libros pueden ayudar a lograr una mejor concentración.

ALIMENTACIÓN. Realizar una dieta desequilibrada, poco natural o mal repartida puede influir negativamente en el rendimiento de los estudiantes.

ATENCIÓN VOLUNTARIA. Requiere de una disciplina seria de estudio, puesto que se trata de un acto consciente que ha de provocar el propio alumno.

ORGANIZACIÓN. Antes de ponerse a estudiar, el alumno debe organizar el material del que dispone, de tal forma que se produzca una relación entre los conceptos y adquiera un sentido global.

PASOS. Un ejemplo de las pautas que puede seguir un estudiante puede ser la siguiente: en primer lugar, una prelectura de aproximación; después otra lectura en la que se realicen anotaciones en los márgenes y subrayado de las ideas principales; a continuación una lectura de estudio, un resumen de contenidos y, por último, un esquema gráfico para retener la información.

INTERNET. Puedes encontrar información sobre este tema en la red. Por ejemplo, en la página: www.educaweb.com.

http://aula2.el-mundo.es/aula/noticia.php/2004/04/19/aula1082135659.html