Móviles y agendas digitales, muletas de la memoria Los jóvenes retienen menos información por el abuso de dispositivos electrónicos

Los teléfonos móviles y las agendas electrónicas, entre otros dispositivos tecnológicos, están sustituyendo a la mente a la hora de recordar información de uso cotidiano. Según los expertos, la cantidad de números telefónicos, contraseñas o incluso fechas de cumpleaños que retienen los jóvenes es mucho menor de la que conservan las personas de mayor edad y se trata de un proceso que tiende a acentuarse a medida que se incrementa la dependencia de la tecnología para la vida diaria.

Paradójicamente, la mayoría de las personas se queja de que tiene que manejar una cantidad de información excesiva mientras, de forma paralela, crece el negocio de los suplementos dietéticos para mejorar el rendimiento mental de trabajadores estresados y estudiantes en época de exámenes.

Pérdida de capacidad neural

El investigador José Luis Trejo, del Instituto Cajal del CSIC , explica que el uso de móviles provoca que no se ejercite la memoria, que “se pierde por no usarla”. “No se hace ejercicio para gestionar la información, y se pierde capacidad neural”, indica Trejo, que explica que lo que desaparece no son neuronas, sino sinapsis (uniones entre células nerviosas). “Tenemos una capacidad de memorizar mucho mayor de lo que creemos; cuando memorizamos algo y no lo practicamos, el cerebro lo olvida”, agrega.

Trejo señala que no es la primera vez que ocurre esto, ya que hace 40 años la irrupción de agendas de papel provocó en EEUU un problema similar.

El profesor Ian Roberts, del Trinity College de Dublín (Irlanda) , ha cuantificado esta pérdida de memoria a través de una reciente encuesta a 3.000 personas en el Reino Unido. Los resultados señalan que el 58% se consideraba incapaz de recordar el conjunto de números de teléfono, contraseñas y cuentas bancarias necesarios para el día a día, y el 51% admitió que usaba la misma contraseña para todo.

Más frecuente en jóvenes

El problema varía según la edad. Así, sólo el 30% de los jóvenes pudo recordar cuatro números de teléfono de amigos o familiares, mientras que gran parte de los mayores de cincuenta pueden acordarse de seis números como media. También hay diferencias por sexos: sólo el 55% de los hombres se acordaban de la fecha de su aniversario de bodas, frente al 90% de las mujeres.

Según explica David Miquel, del Colegio de Psicólogos de Cataluña , esta pérdida de memoria se debe a la “ley del mínimo esfuerzo” y no es irreversible, ya que se recuperaría en cuanto se volviera a ejercitar. En este sentido, defiende la utilidad de los juegos de memoria para mejorar la retención de datos.

El investigador Alfonso Fairén, del Instituto de Neurociencias de Alicante , del CSIC, lamenta que el modelo educativo no fomente el ejercicio de la memoria entre los jóvenes, y advierte que no está demostrado que el consumo de determinados complementos dietéticos sean mejores para la mente que una dieta adecuada, mejor de tipo mediterráneo. Su colega José Luis Trejo confirma que no está documentado que estos productos “sirvan para mucho”, aunque sí pueden tener cierta utilidad en dietas empobrecidas, “como la dieta del estadounidense medio”. “En España una persona sana no tiene por que complementarse, sólo darle a la cabeza”, concluye Trejo.

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