Cristina Kirchner logra una amplia victoria en las presidenciales argentinas

Lunes 29/10/2007.JUAN IGNACIO IRIGARAY. BUENOS AIRES.-

La primera dama de Argentina y senadora peronista, Cristina Fernández de Kirchner, ha ganado las elecciones presidenciales celebradas el domingo en su país, por lo que sucederá a su marido en la Casa Rosada durante los próximos cuatro años, hasta 2011, según se desprende de los datos del escrutinio parcial.

El recuento de más del 75% de los sufragios de las urnas de todo el país le otorga el 43,49% de votos a la señora de Kirchner y coloca en el segundo lugar a la candidata de la opositora ’Coalición Cívica’, la socialcristiana Elisa Carrió, con el 23,13% /…/

El dato positivo es que Argentina celebró su sexta elección presidencial desde que en 1983 recuperó la democracia, después de seis décadas con intermitentes gobiernos civiles -de escasa legitimidad- y dictaduras militares, la última de las cuales castigó a la sociedad con la ’guerra sucia’ del terrorismo de Estado y dejó el saldo ’negro’ de 30.000 desaparecidos.
En el último lustro, el país ha venido recuperándose de la debacle general que sufrió en 2001 y 2002, cuando el Estado quebró sus finanzas y decretó el cese de pagos de sus deudas. Para no honrar sus deudas instauró el ’corralito’ en las cuentas de los bancos, apropiándose de los depósitos de la gente, en lo que el ’Washington Post’ bautizó como "el mayor atraco bancario de la historia".

Gracias al alto precio internacional de la soja, más otros granos y oleaginosas, la economía argentina vive un rebote de crecimiento -9% anual, dice el Gobierno-; hay superávit fiscal y a la vez comercial -algo inédito aquí-; y se redujeron el paro y la pobreza, aunque ésta aún alcanza a casi el 30% de la población. Peligrosamente la inflación reapareció en el mercado al 20% anual, según estudios independientes.

http://www.elmundo.es/elmundo/2007/10/28/internacional/1193577282.html

Una pesada herencia para el futuro Gobierno de Argentina El país aún tiene graves problemas de pobreza, inflación y desempleo

Ángel Sastre. Buenos Aires-

Cristina Fernández de Kirchner se enfrentará a desafíos poco comparables con los retos que asumió su marido cuando inició su mandato en 2003: una deuda en cese de pagos por 101.000 millones de dólares que barrió dos tercios de los ahorros de los argentinos de la noche a la mañana.

Kirchner ayudó al país a salir de la crisis y su popularidad superó el 60 %. Pero el 8 % de crecimiento anual de la economía ha comenzado a enfriarse. Y también lo están haciendo sus números. Pese a estar emergiendo de la crisis, los orgullosos argentinos deben enfrentarse a la dura realidad de que un cuarto de sus 37 millones de compatriotas aún viven bajo la línea de pobreza. Y que todos, sin excepción, padecen una creciente inflación, una crisis energética a punto de estallar y una caída en la inversión. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) -cuyos datos despiertan suspicacias tras la intervención del Gobierno a mediados de año-, el 23% de la población argentina es pobre, frente al 60% de 2002, cuando estalló la última gran crisis económica.

La magnitud de los ingresos no es la única preocupación de los asalariados, ya que la mitad de ellos no tiene empleos registrados que garanticen obra social -seguro médico- y aportes previsionales. A los bajos ingresos y la informalidad, los argentinos asisten a una era de baja calidad laboral. Si bien el desempleo pasó del 15,6% en mayo de 2003, cuando asumió Kirchner la Presidencia, al 8,5% del segundo trimestre de este año, las bajas remuneraciones y la precariedad contractual suman inseguridad al asalariado.

Además, la inflación, una espada de Damocles para los argentinos desde hace décadas, acumula el 39,33% desde mayo de 2003 a agosto pasado, el 5% desde diciembre y el 8,7% interanual, de las más altas de la región, sólo superada por Venezuela, y a pesar de los acuerdos de precios.

El economista Alfonso Prat Gay, ex presidente del Banco Central y ministro de Economía de un eventual Gobierno de la Coalición Cívica de la candidata Elisa Carrió (centro izquierda), cree que el país precisa «crecer menos, a tasas de 4 ó 5%, para reducir la inflación en tres o cuatro años a entre el 3 y el 6% anual». Otro de los graves problemas sería la crisis energética que atraviesa el país. Según algunos analistas, de no mediar nuevas inversiones en exploración, al país le quedan nueve años de reservas de petróleo y diez de gas.

Por último y en materia social, la violencia -bajo la forma de robos a bancos, tiroteos callejeros y usurpaciones de viviendas- ha afectado las costumbres de los argentinos, que habituados a las salidas nocturnas, ahora prefieren reunirse puertas adentro.

http://www.larazon.es/noticias/noti_int23257.htm