Ingeniería de precisión para esclavizar al fumador

La esclavitud del tabaco Altadis comunica a Sanidad la lista de los 289 aditivos incluidos en el tabaco - El objetivo de los compuestos, alguno de ellos tóxico, es aumentar la adicción

RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 21/10/2007

Nicotina, alquitrán y monóxido de carbono. Ése es el único contenido que figura en una cajetilla de tabaco. Y sin embargo hay más. Mucho más. La multinacional hispanofrancesa Altadis reconoce que usa 289 aditivos en sus marcas vendidas en la UE. 289 sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas, con un fin principal: aumentar la adicción a la nicotina y disminuir los efectos molestos del tabaco. Hay que enganchar antes al fumador./.../

Un experto del Laboratorio Agroalimentario de la Junta de Andalucía, que ha analizado la composición del humo y del alquitrán de los cigarrillos para su demanda contra las tabacaleras, destaca: "Los cigarrillos son una obra de ingeniería para aumentar la adicción. Las tabacaleras van años por delante de nosotros y aunque afirman que la mayoría de los compuestos son aroma, en realidad tienen otras funciones, muchas de las cuales las desconocemos".

Pese a la oposición de las tabacaleras a hacer públicos los aditivos -alegan que son propiedad intelectual-, el Ministerio de Sanidad les ordenó en enero de 2004 que le comunicaran cada año los aditivos que utilizan y que lo hicieran público. Altadis (Fortuna, Ducados, Nobel, Gauloises..., 1.938 millones de euros en ventas en el primer semestre de 2007) ha remitido la información de los 289 aditivos que utiliza y la proporción máxima en que se encuentran en sus marcas. EL PAÍS publica la lista íntegra por primera vez.

Más del 90% de los productos están declarados oficialmente como aromas, pero el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, que agrupa a 40 sociedades médicas, Rodrigo Córdoba, sostiene que no es realista: "Ésa es la versión oficial, pero no cuela. Mucha literatura científica demuestra que el principal fin es aumentar la adicción" /.../

El tabaco es el único producto de consumo que no tiene que declarar su composición, una situación anómala, como reconoce Oñorbe. Si una pasta de dientes contuviera la centésima parte de los productos del tabaco sin declararlos, es probable que la alarma recorriese el mundo. El ministerio no hace pública la lista íntegra de cada marca. Argumenta que es propiedad de las tabacaleras. "Yo he hecho la ley antitabaco y no soy sospechoso de no combatir el consumo. El tabaco es cancerígeno y adictivo incluso sin aditivos y no creo que al consumidor le diga mucho saber que tiene un 2% o un 3% de azúcares", sostiene Oñorbe, que espera un acuerdo en la UE para decidir qué productos se hacen públicos. Altadis, por ejemplo, no hace pública la composición marca por marca sino la de todos sus tipos de cigarrillos /.../

La prueba de que el tabaco es un instrumento de ingeniería química muy sofisticado para atraer al fumador es que en los años setenta Philip Morris comenzó a usar los aditivos y las ventas de Marlboro se dispararon. "La competencia, especialmente British American Tobacco, enloqueció buscando la fórmula e imitaron pronto los aditivos", explica Rabinoff.

En España, nadie sabe tanto como los técnicos del laboratorio Altadis en Tres Cantos (Madrid), recientemente desmantelado y trasladado a Francia, sobre lo que fuman los que fuman.

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