40 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE CHE GUEVARA

Entre el hombre, el mito y el producto Dix controverses sur Che Guevara

* Ya muerto, las mujeres le cortaron mechones de su pelo para llevárselos como amuletos

* Estos días los actos se multiplican en Cuba y fuera con el fin de conmemorar su muerte

* ’Era de esas personas que tomas afecto rápido, por su naturalidad, sencillez, compañerismo’

Sábado 06/10/2007. ESTHER MUCIENTES

MADRID.- Frente al fusil del sargento Mario Terán, enfermo y herido, Ernesto Guevara de la Serna, el Che, expiraba su último aliento: "Serénese y apunte bien. Va usted a matar a un hombre". El 9 de octubre de 1967 en la remota población boliviana de La Higuera moría el hombre y nacía el mito.

El ’alma mater’ de la revolución cubana supo días antes, incluso semanas, que sus horas estaban contadas. El 8 de octubre, en la quebrada del Churo, al sureste de Bolivia, soldados bolivianos guiados por agentes de la CIA capturaban al Che junto a su amigo y camarada Simeón Cuba, ‘Willy’. Se desvanecía el sueño de Ernesto de encender "un Vietnam, dos Vietnam, tres Vietnam".

Muchos historiadores relatan que antes de rendirse aquel fatídico día, el Che ya estaba vencido. Sus errores, las traiciones de sus más allegados, los peligros de la manigua y el agravamiento de su asma crónico ya estaban matándole. Según relata el historiador boliviano Roberto Querejazu de su guerrilla de 23 bolivianos, 16 cubanos, 3 peruanos y un argentino –él mismo- sólo quedaba un tercio por las muertes en combate, las capturas y las deserciones.

Nace un mito

La misma tarde de su muerte, el Che, con los tres disparos que le mataron aún cubiertos de sangre –en el brazo, el hombro y el corazón- era trasladado en helicóptero a Vallegrande. Su cadáver, colocado en el lavadero del hospital de Nuestro Señor de Malta, fue velado durante dos días por centenares de personas (soldados, curiosos periodistas).

Con los ojos aún abiertos, el cuerpo ya sin vida de Ernesto Guevara, se convertía en una especie de talismán. Incluso las mujeres de la localidad cortaron mechones de su pelo para llevárselos como amuletos. No habían pasado ni 48 horas de su muerte y el Che ya era una leyenda. Llegaba al mundo el mito.

Nacía un producto comercial, abanderado por una gran campaña mediática, donde carteles, camisetas, mecheros y todo lo que se pueda imaginar se han vendido por millones, olvidando la esencia del Che para convertirle en el adalid de un ’merchandising’ mucho más que rentable.

Ocho lustros después de su muerte, la memoria del país que le vio nacer como revolucionario, Cuba, no olvida ni dejan que olvide al comandante de ’su revolución’. En la Habana, difícil es dar un paso sin encontrarse con alguna imagen de Ernesto Guevara o con algún cartel o pared cubierto por sus palabras. Estos días los actos de homenaje se multiplican en la isla y fuera de ella con el fin de conmemorar su muerte.

El ’Guerrillero Histórico’

Centenares de ’pioneritos’ –estudiantes de primaria-le recuerdan cada día en las escuelas al grito de "pioneros por el comunismo, seremos como el Che", el lema forjado tras su muerte en homenaje al llamado ’Guerrillero Histórico’. Por no hablar de fuera de las fronteras cubanas, donde el jefe de la revolución, Fidel Castro, se ha encargado de potenciar y afianzar la imagen del Che como la del perfecto comunista, el gran revolucionario, el más leal de los camaradas.

Mucho se ha hablado sobre la relación amor-odio de Castro y Guevara.. Durante años, sobre todo después de su muerte, la rumorología quiso mostrar discrepancias entre ambos líderes. Aún así, algunos historiadores ha exculpado a Castro de haberle abandonado a su suerte, ante los crecientes comentarios de que fue mandado a Bolivia a sabiendas de que se repetiría el fracaso del Congo.

Sea como fuere, lo cierto es que la familia Guevara y el propio Fidel han desmentido cualquier tipo de tensiones entre ellos. "El Che era de esas personas a quienes todos toman afecto inmediatamente, por su naturalidad, su sencillez, su compañerismo y sus virtudes", aseguraba Castro al periodista Ignacio Ramonet en el libro ’Cien horas con Fidel’.

Sin embargo, poco queda en la memoria de sus enseñanzas. Pese a su excelente capacidad para llegar al pueblo, el que fuera presidente del Banco Nacional, ministro de Industria y representante de Cuba en las Naciones Unidas, no logró lo que esperaba. Pocos son ya los que recuerdan sus propuestas de incentivos morales, su política de industrialización, o su proyecto de educar a las masas para crear al "hombre nuevo", tal como plasmó en el considerado su testamento político, ’El socialismo y el hombre en Cuba’.

Por suerte o por desgracia, nunca se sabe, el mito, que no el hombre, ha quedado reducido, sobre todo lejos de Cuba, a una moda de camisetas rojas con su imagen plasmada, boinas caladas al estilo del Che y ‘pins’ recordatorios.

Lejos queda, aquel hombre que se atrevió a identificar las contradicciones del modelo soviético, cuando nadie dudaba en Cuba del futuro de la URSS. Lejos queda, el hombre que criticó la estructura de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), creados por Castro para vigilar la "contrarrevolución". Lejos queda, el hombre que defendió la lucha armada y el odio al capitalismo hasta llevarle a la muerte. Lejos queda, el hombre...

http://www.elmundo.es/elmundo/2007/10/06/internacional/1191660510.html


Dix controverses sur Che Guevara

LEMONDE.FR | 09.10.07 | 07h18

La vie d’Ernesto Guevara de la Serna, dit "Che", nourrit toujours une suite de controverses entre ses partisans et ses adversaires. La prolifération d’ouvrages historiques, de pamphlets et d’hagiographies n’y change rien, au contraire : les faits les plus simples de l’existence du "guérillero héroïque", selon la mythologie officielle cubaine, semblent devenus définitivement incertains.

1. Quand est-il né ?

Son acte de naissance porte la date du 14 juin 1928. Mais son meilleur biographe, Jon Lee Anderson, affirme que sa mère a retardé la déclaration de sa naissance, survenue en fait le 14 mai 1928, afin de masquer qu’elle était enceinte lors de son mariage.

2. A-t-il adhéré à un parti communiste ?

Compagnon de route du Parti communiste guatémaltèque en 1953-1954, Che, selon les archives du comité central du Parti communiste d’Union soviétique, adhère en 1957 en compagnie de Raul Castro au PSP, le parti des communistes cubains. Mais pour beaucoup d’historiens, il n’a jamais fait acte d’adhésion, se contentant d’être un acteur du rapprochement du castrisme avec le PSP, une fois le pouvoir conquis à La Havane. Seule certitude : il a quitté Cuba lorsque Fidel Castro crée formellement le Parti communiste cubain en octobre 1965.

3. A-t-il été un bourreau ?

Che relate, dans un passage de son journal de la guérilla censuré par les autorités cubaines, qu’il s’est porté volontaire pour réaliser la première exécution décidée par les guérilleros et qu’il a tiré une balle de revolver dans la tête d’un condamné. Devenu, après la victoire des barbudos, commandant en chef de la caserne havanaise de la Cabana, il a mis en œuvre plus du quart des six cents exécutions capitales de l’année 1959. Etait-il un superviseur lointain de cette tâche ou au contraire un chef s’acquittant d’un suivi de détail au jour le jour ? La question n’est pas tranchée.

4. A-t-il rompu ouvertement avec Moscou ?

Che doutait de la générosité du communisme orthodoxe envers le tiers-monde. Cette position n’est pas discutée, mais pour certains, il ne l’expose pas franchement, tandis que d’autres jugent qu’il fait preuve de courage dans son discours prononcé en février 1965 à Alger, en sommant les pays socialistes de "liquider leur complicité tacite" avec les pays capitalistes.

5. Quelle est sa relation avec Fidel Castro à la fin de sa vie ?

Che n’apparaît plus en public à son retour d’Alger, en mars 1965. Lors du congrès qui scelle la création du Parti communiste cubain, Fidel Castro lit la lettre qui devait être tenue secrète annonçant que Guevara a décidé de renoncer à toutes ses fonctions et de quitter Cuba. Che est fou de rage. A son retour du Congo (1966) et avant son départ pour la dernière guérilla en Bolivie, il vit à nouveau secrètement à Cuba. Pour les uns, Fidel fait tout pour éloigner irréversiblement un compagnon dont les positions compliquent sa relation avec l’Union soviétique, fournisseur d’une aide indispensable. Pour les autres, Che renonce de lui-même à devenir dirigeant d’un gouvernement révolutionnaire, afin de porter la révolte sous d’autres cieux.

6. Est-il responsable de l’échec de la guérilla au Congo en 1965 ?

Fidel Castro a choisi le théâtre de cette opération. Che est son opérateur sur le terrain. La perte de l’appui de la Tanzanie, indispensable pour disposer de bases sûres, entraîne la fin de cette guérilla qui s’achève par une retraite et l’abandon de compagnons sur le terrain. Che est-il victime de cette dynamique géopolitique qui interrompt ses efforts ou bien, comme l’affirment ses adversaires, sa déroute est-elle déjà acquise compte tenu de son incompétence face aux réalités africaines ?

7. A-t-il été soutenu quand il combattait en Bolivie ?

Pas de radio, un armement médiocre, le retrait anticipé de l’agent cubain chargé d’assurer la liaison avec la guérilla à partir de la capitale bolivienne : Che combat sans appui logistique en Bolivie. Est-ce sur décision de Fidel Castro ou parce que le "département Amériques" du comité central du Parti communiste cubain a failli dans sa tâche ? Selon l’interprète traduisant les propos de Fidel Castro à Alexis Kossyguine, premier ministre soviétique, en juillet 1967, le leader cubain affirme : "Le camarade Guevara se trouve maintenant en Bolivie. Mais nous ne participons pas directement à cette lutte."

8. Qui a donné l’ordre de l’exécuter après sa capture ?

Trois thèses s’affrontent. Felix Rodriguez, un réfugié cubain travaillant pour la CIA et présent auprès des troupes boliviennes, affirme qu’il a fait exécuter Che, conformément à un ordre venu de La Paz. Le capitaine Gary Prado Salmon, placé à la tête de l’unité bolivienne qui a capturé Che, affirme que c’est son supérieur, le colonel Joaquim Zenteno Anaya, qui lui en a donné l’ordre, sur instruction du président bolivien. Mais plusieurs témoignages, y compris des enquêteurs du Pentagone, affirment que c’est Gary Prado qui a de son propre chef décidé de l’exécution.

9. Combien a-t-il eu d’enfants ?

Officiellement cinq : une fille, Hilda, de son premier mariage ; deux filles, Aleida et Celia, et deux garçons, Camilo et Ernesto, de son second mariage. La rumeur lui attribue la paternité d’autres enfants à Cuba, notamment un écrivain et poète opposant au régime, Omar Perez.
10. Où se trouve sa dépouille mortelle ?
Le 12 juillet 1997, les restes du Che ont été placés dans le mausolée bâti pour lui, à Santa Clara, par les autorités cubaines. Mais l’authenticité de cette dépouille mortelle exhumée par des chercheurs cubains d’une sépulture clandestine, près de l’aéroport de Vallegrande, est âprement discutée. Pour certains, le "guérillero héroïque" reste prisonnier de la tombe anonyme où les militaires boliviens l’ont placé, afin de dissimuler son exécution.

Le Monde.fr

http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0@2-3222,36-964489,0.html


Che Guevara, «un bourreau fanatique»

Dans son livre, «La Face cachée du Che», Jacobo Machover, un exilé cubain, brise l’image héroïque et humaniste du révolutionnaire argentin. Interview…

Dans votre livre, vous détruisez le mythe de Che Guevera, décrit comme un «bourreau implacable», qui fume le cigare en regardant les exécutions. D’où vient son statut d’icône?

C’est une construction post-mortem. Deux types de personnes y ont contribué. Castro lui-même, qui en a fait un héros presque surhumain, un grand penseur et un humaniste, et les intellectuels du monde entier, en particulier français, qui le considèrent, comme l’a affirmé Sartre, comme «l’homme le plus complet de notre temps».

Il a été assassiné jeune. Cela y a-t-il aussi contribué?

Oui. Et c’était le moyen, pour Castro, de donner une image éternellement jeune à la révolution cubaine, alors que Castro vieillissait, et que la révolution elle-même devenait obsolète.

Comment expliquer l’engouement des intellectuels français pour le Che à l’époque?

C’était comme un souvenir des premières années de l’internationale communiste. Le Che incarnait l’internationaliste mort au combat, avec des réminiscences de la guerre d’Espagne. Les intellectuels français avaient besoin de croire à un demi-dieu, et le Che convenait tout à fait pour trois raisons. Parce qu’il a fait des études de médecine -sans être médecin -, parce qu’il avait une certaine culture, et parce qu’il parlait un peu français - très mal, mais cela donnait d’illusion qu’il était polyglotte. Le tout donnait l’image d’un humaniste prenant les armes malgré lui, ce qui est faux. Sa légende est une entreprise de mystification collective.
Cette image a-t-elle évolué aujourd’hui dans ces milieux?
Quand j’ai parlé du projet de mon livre, certains intellectuels m’ont dit «il ne fait pas casser tous nos rêves». Regis Debray, qui a frayé avec lui, est revenu sur ses positions et a décrit le Che comme un fanatique extrémiste. Mais Régine Deforges, par exemple, vient d’écrire un article dans l’Humanité où elle parle du «poète de la Cabana», la prison où il participait aux exécutions des anti-révolutionnaires… Dans le registre politique, Olivier Besancenot se réclame de lui.

Comment l’expliquez-vous?

J’hésite entre l’ignorance et la complicité. On a du mal à comprendre, surtout pour les familles des victimes. Mais je penche plutôt pour la complicité.

Que vous inspire le marketing autour de la figure du Che?

J’espère faire faire faillite à toutes les boîtes qui la reproduisent à la chaîne sur des posters, drapeaux, sacs, ou sur des maillot de bains, comme j’ai pu le voir dans un article du Sunday Times ce week-end.
Vous dites au début du livre que vous étiez vous-même un «admirateur de Che Guevara». Quand et comment en êtes-vous revenu?
Mon père travaillait avec lui comme interprète. Puis on a dû s’exiler en 1963, et nous n’avons pas pu revenir. De mon côté, je me suis documenté, puis j’ai profité d’une période d’ouverture de Cuba pour m’y rendre, à la fin des années 1970, et là j’ai tout de suite compris. La surveillance constante, la délation… Sur place, j’ai vu la panique sur le visage d’une amie quand je lui ai dit que, comme tous les étrangers, j’étais surveillé. Parler à un étranger est un délit, même si bien sûr ce n’est écrit nulle part, mais on peut toujours vous accuser d’intelligence avec l’ennemi. Ce voyage coïncidait avec la fuite massive des Cubains. 125.000 d’entre eux ont fui en Floride à ce moment-là. On est bien obligé de se poser des questions: Pourquoi autant de monde fuit-il le «paradis socialiste»? A mon retour, j’ai commencé à écrire.

Comment les Cubains le perçoivent-ils aujourd’hui?

Ils ont toujours eu de lui une image imposée. Les enfants sont élevés dans le culte du Che, dont l’image trône toujours à La Havane. Mais en même temps, les gens se souviennent de ce que le Che a fait, il y a la mémoire des exécutions, qui faisaient la Une des journaux, et des prisonniers. Il n’y a personne sur l’île qui n’ait été victime ou ne connaisse une victime du Che. Ces aspects sont occultés. Mais aujourd’hui, les langues se délient.

Vous dites que Castro a instrumentalisé Guevara, qui s’est révélé lui-même assez naïf…

Oui, il était naïf de croire qu’il pouvait travailler en dehors du contrôle absolu de Fidel et de son frère Raul. Le Che n’avait pas l’intelligence de Fidel, qui l’a utilisé comme instrument au service de sa politique extérieure, et s’en est débarrassé en temps voulu. Le Che se croyait plus utile vivant que mort, ce qui n’était pas l’avis de Castro. Che Guevara a fini par déranger tout le monde pour trois raisons. D’abord parce qu’il a revendiqué, en 1964, les exécutions à la tribune de l’ONU alors que Castro n’en parlait plus à ce moment-là. Ensuite parce qu’il a rencontré le chinois Mao sans l’accord de Fidel. Enfin parce qu’il a critiqué l’Union soviétique dans son discours d’Alger. C’était insupportable pour l’URSS et Castro, qui l’a alors envoyé au Congo pour se faire tuer. Finalement, il sera assassiné des années plus tard en Bolivie. Le régime cubain aurait pu le faire exfiltrer, mais Raul, qui ne l’aimait pas, a dit: «qu’il aille se faire foutre, l’Argentin». Personnellement, c’est dans sa mort, à Santa Clara, que je le trouve le plus humain, quand il cesse d’être un «héros», un fanatique imperméable à tout sentiment.

Qui seraient ses héritiers, aujourd’hui?

J’espère qu’il n’y en a pas! Sur le plan de «l’humanisme révolutionnaire» et des doctrines économiques, c’est le régime en place à Cuba. Si l’on prend en compte sa conception de la lutte armée, ce sont les mouvements fanatiques, comme les Farc en Colombie. Et si c’est sur le plan de la cruauté, ce sont les mouvements terroristes actuels.

Et sur l’image du «héros romantique»?

Je ne vois pas où est son romantisme. Il prononce le mot «amour» mais dit en même temps qu’il «doit prendre des décisions douloureuses». Drôle d’amour… Il revendique celui pour l’humanité, mais à ses yeux quiconque qui n’est pas capable de cet amour là doit être éliminé…

Ce type de déclarations ou d’écrits du Che sont-elles la source de l’immense «malentendu» que vous décrivez dans le livre?

La plupart des gens ne l’ont pas lu. Et puis il y a des phrases inventées, qu’il n’a jamais prononcées, mais qui donnent l’illusion d’un guérillero au grand coeur. Quand la démocratie sera rétablie à Cuba, je souhaite que le premier geste soit de décrocher son effigie et de débaptiser la «place de la révolution» pour redevenir la «place civique», son nom d’avant. Car pour nous, une bonne partie des Cubains, Che Guevara est le symbole et la réalité de l’oppression à Cuba. J’espère une démocratie qui ne soit ni romantique, ni héroïque. Juste une démocratie banale, mais qui permette de rétablir la vérité sur les victimes du régime castriste et sur le Che.

Comment pourrait-elle advenir?

Peut-être par un ras-le-bol de l’armée. Les révoltes populaires sont improbables, tout est si contrôlé… Il faut surtout une pression internationale, ne pas reconnaître la succession au sein de la tyrannie castriste, qui est une caricature de la révolution.

*ed. Buchet Chastel, 14 euros.

(Source: 20 minutes)