Economía

La espiral de pagos a extranjeros en paro roza ya los mil millones al año Los efectivos negativos de la crisis inmobiliaria

Publicado el 27/08/2007, por C. Cuesta

Hace poco más de un año, la partida mensual de prestaciones por desempleo los 50 millones de euros. Ahora se acerca a los 80 millones y son el 6% del gasto total del Estado en este tipo de pagos.
Los anuncios de crisis inmobiliaria no dejan de llegar. Y con ello empiezan a materializarse los efectos negativos sobre uno de los colectivos que más se ha beneficiado de la fuerte contratación laboral de la construcción en el último lustro: los inmigrantes.
Los Servicios Públicos de Empleo Estatal (el antiguo Inem) registraron en julio un total de 158.047 extranjeros en situación de paro, cifra que supera en un 18,7% a la del mismo mes de 2006 y en un 6,4% a los datos de junio, según datos del Ministerio de Trabajo. El dato alberga un porcentaje igualmente representativo: de todos los extranjeros sin trabajo, el colectivo de inmigrantes que cobran prestaciones por desempleo crece un 49,9% en tasa interanual, hasta alcanzar los 97.161 beneficiarios.

Y la relevancia económica de esta espiral ha dejado ya su huella. Los datos recabados por el Ministerio de la Presidencia y reclamados por el senador del PP, José Blas, reflejan que el gasto anual en prestaciones por desempleo a inmigrantes se acerca ya a los mil millones de euros por año.

El informe, al que ha accedido EXPANSIÓN, refleja que los pagos por mes en abril de 2006 se limitaban a 53,9 millones; en octubre de 2006 superaba ya los 64 millones; y en abril de 2007, hasta los 73,2 millones. Por el camino, meses como el pasado enero han tocado ya techos de pago mensual de hasta 88,5, y fuentes internas aseguran que los datos
mensuales hasta junio pueden rondar igualmente los 80 millones en pagos, lo que supone un incremento interanual superior al 50%. El resultado final no es otro que una suma anual, de abril de 2006 a abril de 2007, de 842 millones con una marcada tendencia al alza.

El gasto público en prestaciones por desempleo percibidas por los extranjeros supone, así, un importante pellizco, más del 6%, del gasto total que supone el pago de este tipo de prestaciones en toda España. El crecimiento de inmigrantes en paro sigue acorde a los ritmos de entrada de extranjeros en España en los últimos tiempos. De hecho, las informaciones procedentes de la OCDE reflejan que sólo EEUU supera a España en recepción de inmigrantes dentro del grupo de 30 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Fuerte entrada

Según esta institución, en 2005, último año con datos comparados completos, entraron en España 682.700 inmigrantes con el fin de quedarse o de pasar a otros países de la Unión Europea, lo que representa un crecimiento del 6% respecto al año anterior. Estados Unidos, habitual receptor de inmigrantes, es el único país que rebasa esta marca con 1.122.400 y un auge del 17% sobre 2004.

Si la comparación se hace sobre el porcentaje de inmigrantes que en 2005 entraron respecto a la población, España también ocupa el segundo lugar, pero por debajo de Luxemburgo. Según la OCDE, en 2005 entraron en ese país 29,7 ciudadanos por cada mil habitantes, mientras en España ingresaron 15,7 respecto al mismo número de habitantes. Los expertos no ocultan, sin embargo, que en el caso de Luxemburgo parece claro que se trata de un país de paso para estos ciudadanos.

La fuerte entrada de inmigrantes y el creciente colectivo de parados guarda relación con un tercer elemento denunciado ya por las empresas. Los expertos creen que la legislación vigente fomenta la entrada ilegal en el país, debido a que obstaculiza la contratación en origen. De este modo, son muchos los que cruzan las fronteras con el deseo de encontrar un trabajo y sin tener la garantía de hallarlo. De hecho, el 98% de los 3,2 millones de extranjeros regulares que residen en España ha conseguido sus papeles después de haber permanecido un tiempo en la clandestinidad, según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Bruselas denunció ya en el año 2000 los efectos colaterales que podía provocar la fuerte entrada de inmigrantes, si el Gobierno no la acompañaba de las necesarias precauciones. Y en su explicación recogía el posible incremento de la economía sumergida. Los datos en poder del Gobierno no restan importancia a este problema del mercado oculto y apuntan a que su volumen rondaría el 20% de la actividad económica total, unos 200.000 millones de euros, según los estudios procedentes de la Comisión Europea, del CIS, de universidades o de institutos y entidades privados.

Entre el sector servicios y la construcción

Del total de inmigrantes en paro, 110.637 proceden de países extracomunitarios, frente a 47.410 pertenecientes a algún país miembro de la Unión Europea (UE).

Por sectores, más de la mitad de los parados extranjeros registrados en los Servicios Públicos de Empleo proceden del sector servicios, con 83.395 desempleados. Le siguen la construcción, con 36.942 parados extranjeros, la industria, con 11.409, y la agricultura, con 8.651. Los inmigrantes en situación de desempleo en la construcción han aumentado un 48,4% en el último año. Además, casi uno de cada cuatro extranjeros que percibe la prestación por desempleo procede de Marruecos.

Le siguen los ecuatorianos, con cerca de un 8%, y los rumanos, con poco más del 7% del gasto total. La OCDE ha destacado recientemente en sus informes que los “importantes” flujos de extranjeros registrados en España no sólo tienen efectos nacionales, sino que figuran como una de las razones fundamentales del aumento de las corrientes migratorias entre los países desarrollados.

Un dato que coincide con el hecho de que el Gobierno español llevase a cabo en 2005 un programa de regularización que normalizó la situación laboral de más de 700.000 extranjeros.

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