LOS ESCLAVOS FELICES DE LA LIBERTAD UN ENSAYO DE JAVIER RUIZ PORTELLA

LO QUE BUSCA, LO QUE PRETENDE EL LIBRO

La paradoja —la marca constitutiva de nuestro tiempo— se despliega, desarrollada en sus múltiples aspectos, a través de todas las páginas del libro:

- Paradoja de los hombres más libres… y más esclavizados a sus objetos y productos.

- Paradoja de los hombres más ricos de toda la historia… y más pobres de sentido y belleza.

- Paradoja de los hombres que, sin consuelos ni refugios, se enfrentan más vigorosamente a la muerte… al tiempo que más cierran los ojos ante ella.

- Paradoja, en fin, de los hombres para los que se desvanece todo aliento sagrado, toda dimensión superior de la existencia…, pero a los que “sólo un dios”, decía Heidegger, un muy extraño dios, “puede salvar”.

No basta, sin embargo, con exponer las paradojas y contradicciones de nuestro tiempo. No es suficiente efectuar la crítica de la modernidad, o mejor dicho: la de aquel de sus rostros —tiene dos— que es el dominante. Hace falta, además, preguntarnos: ¿por qué?

- ¿Por qué es ello así?

- ¿Por qué el emporio de la libertad se convierte en el reino del nihilismo?

- ¿Por qué nuestro extraordinario bien-estar parece privarnos de auténtico bien-ser?

- ¿Qué asombrosos resortes mueven a nuestro mundo para que todo ello sea así?

Tales son las preguntas que atraviesan todo ese libro de filosofía por el fondo de sus cuestiones, y de literatura por la forma en que éstas se despliegan.

Sólo mediante una escritura evocativa y sensual, no exenta de ironía y humor, llena siempre de una amenidad insólita en tal tipo de textos: sólo así puede el pensamiento estar a la altura del reto al que se enfrenta.