Valls propone rebajar las cotizaciones y los impuestos para recuperar la economía

El primer ministro francés anuncia una fuerte reducción del tejido administrativo e institucional en regiones y departamentos.

Valls afronta en la Asamblea Nacional el voto de confianza de su programa

"Demasiado sufrimiento, insuficiente esperanza: esa es la situación de Francia. Los ciudadanos quieren resultados concretos en materia de empleo y de lucha contra la precariedad y la miseria". Son las palabras con las que Manuel Valls, el primer ministro francés, iniciaba su llamado discurso de política general ante la Asamblea Nacional para pedir la confianza de los diputados en su programa de gobierno. Y son las palabras que ha usado como preámbulo para presentar su programa de reforma del gasto, de la fiscalidad y de la Admninistración, en línea con el programa avanzado por François Hollande el pasado mes de enero.

Las medidas anunciadas por Valls, que espera aplicar en su mayoría a partir del 1 de enero de 2015 y con objetivos fijados en el periodo 2015-2017, buscan conciliar, como pidió el presidente en el primer consejo de ministros, crecimiento y justicia social. Pero también son, quizá, su manera de intentar demostrar a Europa que se puede aspirar a unas cuentas saneadas sin renunciar a los ideales republicanos.

En desarrollo del pacto de responsabilidad y solidaridad anunciado por Hollande, Valls ha anunciado que eliminará las cargas sociales de las empresas para trabajadores que ganen el salario mínimo, dentro de un objetivo de reducción de las cotizaciones por valor de 30 millardos de euros de aquí a 2016, que reducirá entre 1,8 y 3 puntos percentuales para otras franjas salariales. Se trata, dijo, de impulsar la creación de empleo y la actividad económica y de aumentar el salario neto que perciben los trabajadores. También ha propuesto reducir las cotizaciones para trabajadores autónomos y artesanos.

En materia fiscal, ha prometido que el Gobierno va a "disminuir la fiscalidad de los hogares modestos, por valor de 5 millardos de euros de aquí a 2017"; que suprimirá la llamada "contribución social de solidaridad de las empresas", así como "varias decenas de impuestos menores". Y que buscará, con sus propuestas legislativas, de "simplificar la fiscalidad" y acabar con la sobreimposición.

Tras la intervención de Valls, se suceden ahora la de los representantes de los diferentes grupos parlamentarios, por este orden: Christian Jacob (UMP), François Sauvadet (UDI), François de Rugy (Ecologistas), Roger-Gérard Schwartzenberg (Grupo Radical), André Chassaigne (Grupo de Izquierda Democrática y Republicana), Grupo Socialista, y diputados no adscritos.
Reforma de la Administración

Valls ha incluido en su discurso una de las reformas más demandadas por expertos, opinadores y medios de comunicación: la disminución del tejido administrativo, que varios ensayistas consideran desmesurado. En concreto, el primer ministro ha anunciado que reducirá a la mitad el número de regiones del Hexágono. "Las regiones podrán proponer fusiones, pero el Gobierno elaborará un nuevo mapa territorial en 2015" para aquellas zonas que no hayan encontrado partenaire. También ha propuesto un debate sobre el futuro de los consejos departamentales que debe llevar a la eventual supresión de este órgano de gobierno local. Está por ver si el nuevo "mapa de intercomunidades" (que tendrán, previsiblemente, menos competencias y presupuestos más reducidos) que propone resolverá lo que el propio jefe del Gobierno alude como "el milhojas territorial".

Tras la intervención de Valls, se han sucedido las réplicas de los representantes de los diferentes grupos parlamentarios, por este orden: Christian Jacob (UMP), François Sauvadet (UDI) y François de Rugy (Ecologistas). Quedan pendientes, antes de la votación de la confianza de la Asamblea, las intervenciones del Grupo Radical, el Grupo de Izquierda Democrática y Republicana, el Grupo Socialista y los diputados no adscritos.

El primer ministro Valls promete bajar los impuestos y reducir las cargas sociales

El primer ministro Valls anunció este 8 de abril que su gobierno bajará las cotizaciones sociales de las empresas en 30.000 millones de euros y reducirá los impuestos de las familias más modestas en 5.000 millones de euros. También confirmó la reducción del gasto público en 50.000 millones.

Al designar a Manuel Valls como primer ministro hace una semana, el presidente Hollande subrayó que éste liderará un “gobierno de combate”. La primera frase del esperado discurso de política general de Valls este martes en la Asamblea Nacional parecía el de un general ante un campo de batalla: “Demasiado sufrimiento, poca esperanza: ésta es la situación de Francia hoy en día”.

Para alentar a las tropas, Hollande planea implementar un “pacto de responsabilidad” destinado a impulsar el empleo mediante una reducción del costo del trabajo. Para ello el presidente había prometido a mediados de enero bajar las cotizaciones sociales de las empresas en 30.000 millones de euros a cambio de que éstas se comprometan a crear empleos.

Este compromiso fue ratificado este martes por Valls, quien anunció ante los parlamentarios franceses que esta meta se llevará a cabo de aquí a 2016 concentrándose en las cotizaciones sociales para el salario mínimo, a partir del próximo año. El objetivo es “reactivar la competitividad de las empresas y alentar el consumo interno”, agregó el jefe de gobierno.

El “Pacto de responsabilidad” es considerado como la tabla de salvación de Hollande, un presidente con una impopularidad récord que acaba de sufrir, además, una derrota histórica en las municipales del 23 y 30 de marzo. Después del aplastante triunfo de la derecha, algunos dirigentes de la izquierda pidieron que esa iniciativa, considerada por sus detractores como un “regalo para las empresas”, fuera enterrada. Solicitud a la que Hollande y Valls han hecho oídos sordos.

Valls afirmó además que se adoptarán reducciones fiscales y otras medidas en favor de las familias más modestas, por un valor de 5.000 millones de euros, de aquí a 2017. Hollande se había comprometido asimismo a disminuir las cotizaciones de los trabajadores como parte de un “pacto de solidaridad” que acompañaría el “pacto de responsabilidad” para aplacar las críticas de una parte de la izquierda por el carácter presuntamente “liberal” de este último. Esta última medida para las familias más modestas va en ese sentido.

En cuanto al detalle de la reducción del gasto público en 50.000 millones para sanear las cuentas entre 2015 y 2017, Valls explicó cómo se repartirá este esfuerzo: el Estado y sus dependencias contribuirán con 19.000 millones de euros; el sistema social de salud, 10.000 millones, y las colectividades locales, 10.000 millones (los 11.000 millones restantes no los precisó).

RFI

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