Lunes 31 Diciembre 2012

Celebran el tricentenario de Rousseau, el escritor universal Por María Carolina Piña

Francia y Suiza celebran este jueves los 300 años del nacimiento del filósofo Jean-Jacques Rousseau. Una figura que marcó con sus ideas el siglo XVIII y los posteriores, pero que suscitó también una gran controversia.


CULTURA Rousseau corregido

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Autodidacta desde su infancia, Rousseau exploró muchos sectores del saber: filosofía, pedagogía, poética, botánica, música. Sus reflexiones sobre los sistemas de gobierno le valieron la persecución, la enemistad con los filósofos del Enciclopedismo, el exilio y la quema de sus libros. Pero también inspiraron corrientes diversas y a veces, contradictorias.

Jean-Jacques Rousseau muere en 1778 en Ermenonville, en el norte de Francia, en medio de una soledad casi extrema. Pero la importancia de su obra es tal que poco después fue rehabilitado y llevado al Panteón Nacional de París. En un azar de tantos que encierra la historia de la humanidad, Rousseau reposa al lado de su enemigo acérrimo, Voltaire, fallecido 33 días antes.

Tres siglos después de su muerte, Jean-Jacques Rousseau sigue siendo objeto de innombrables estudios y obras sobre su pensamiento. Pero también de un sinfín de celebraciones en Suiza y Francia, sus dos patrias, así como en Japón, Brasil, Italia, Inglaterra, Estados Unidos, China... países que celebran al escritor universal.

Sus orígenes humildes no fueron un obstáculo para el escritor, filósofo y músico nacido en Ginebra. Al contrario, fue marcó profundamente a este pensador radical, considerado en época y siglos después como un revolucionario tras expresar dos frases que pasaron a la historia: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado» contenida en El contrato social. La otra, «El hombre es bueno por naturaleza», aparecida en su Emilio.

Un legado que dio origen al concepto de democracia moderna y que sigue siendo de actualidad en opinión del especialista de la obra "rousseauniana", Fernando Calderón de la Universidad de Valladolid.

“Todavía en el siglo XXI, Rousseau es uno de los filósofos más leídos. El aspecto más conocido de su obra es el político, al ser uno de los principales teóricos del Estados moderno y de la democracia tal y como hoy la entendemos”, explicó Calderón.

“Hasta el siglo XVIII regía el pacto de sujeción donde los súbditos se sometían a un soberano. Frente a este pacto, Rousseau establece el ‘contrato social’, un contrato que los individuos se advienen a firmar en condiciones de perfecta igualdad. Este principio a la postre ofrece la garantía de libertades privadas, indisociables de la democracia moderno”, añadió el especialista.

Autodidacta desde su infancia, Rousseau exploró muchos sectores del saber: filosofía, pedagogía, poética, botánica, música. Sus reflexiones sobre los sistemas de gobierno le valieron la persecución, la enemistad con los filósofos del Enciclopedismo, el exilio y la quema de sus libros. Pero también inspiraron corrientes diversas y a veces, contradictorias.

Jean-Jacques Rousseau muere en 1778 en Ermenonville, en el norte de Francia, en medio de una soledad casi extrema. Pero la importancia de su obra es tal que poco después fue rehabilitado y llevado al Panteón Nacional de París. En un azar de tantos que encierra la historia de la humanidad, Rousseau reposa al lado de su enemigo acérrimo, Voltaire, fallecido 33 días antes.

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