ESPAÑA - Artículo publicado por Miércoles 29 Septiembre 2010

Zapatero sufre su primera huelga general Por Jesús Moreno Abad

Los sindicatos han convocado al paro del país movidos por las reformas laborales y de contención del gasto público del Gobierno. Anteriores Ejecutivos rectificaron sus medidas tras una huelga, ¿rectificará Zapatero? Importantes altercados en Madrid y Barcelona, donde ha habido numerosos choques entre manifestantes y policías antidisturbios.

España está este miércoles en huelga general. Es la primera que sufrirá el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que cumple su sexto año de mandato tras renovarlo en las urnas en 2008. El giro neoliberal que le atribuyen los sindicatos españoles después de las medidas que ha tomado en el último año, cimentadas en un fuerte recorte del gasto social y la instauración de una reforma laboral y otra prevista del sistema de pensiones, que los representantes de los trabajadores consideran lesivas, han llevado a éstos a convocar el paro.

Las previsiones de seguimiento del paro los días antes de la convocatoria no eran las mejores, y la participación ha sido desigual. Los sindicatos han cifrado el seguimiento de la huelga en un 70%, unos 10 millones de trabajadores. Han calificado la jornada de “éxito”.

Las principales industrias del país han secundando los paros -sobre todo en los sectores del metal y la construcción- y los sindicatos han logrado obstaculizar los centros de transporte de las grandes ciudades y los principales mercados de abastecimiento. En el comercio el seguimiento ha sido escaso, la normalidad ha sido casi absoluta.

La huelga general no es un terreno que en España se pise con asiduidad. Desde que se proclamó su vigente periodo democrático, en 1978, tan sólo se han alumbrado cinco huelgas generales (algunos historiadores atribuyen dos más, diluidas entre las protestas de la transición entre la dictadura y la llegada de la democracia). Si en otros países es un derecho que se ejerce en momentos puntuales, en España adopta un carácter de absoluta excepcionalidad.

Este parece ser uno de esos momentos. La llegada de la actual crisis económica, emanada como en los demás países del crack financiero mundial pero agravada en el país por la burbuja inmobiliaria creada en tiempos de prosperidad, ha desembocado en una auténtica sangría de desempleo: en poco más de dos años, la tasa de desempleo ha pasado de estar en torno a un 10% a situarse en el 20% de la población activa.

Con todo, no son estos los principales motivos que han llevado a este paro del país. Tras la crisis de deuda de Grecia, los mercados financieros y las especulaciones sobre la solvencia de España, llevaron al presidente Zapatero a cambiar su propósito de que “esta crisis no la paguen los trabajadores” a proponer “duras medidas”, como ha reconocido el Ejecutivo español, para conseguir que los inversores no castiguen la deuda de España.

Primero fue acometer un importante ajuste del déficit: una reducción de 50.000 millones de euros para recortar el 11% de déficit que salieron de las costillas del gasto social y de una congelación de los salarios de los funcionarios y de las pensiones de los jubilados. En ese momento, los principales sindicatos del país, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), comenzaron a fruncir un ceño hasta ahora relajado en sus relaciones con el Gobierno. Lo peor llegó después.

Otros Gobiernos rectificaron: ¿lo hará Zapatero?

El Gobierno pretende retrasar la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años y prolongar los tiempos de cotización para conseguir la prestación máxima, algo que ya puso las espadas en alto, y aprobó por decreto el 18 de junio una reforma del mercado laboral que no ha gustado a los sindicatos. La han definido como “la medida más lesiva” de la historia de la democracia española, en palabras de Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO.

Esta reforma se presentó como una forma de frenar la excesiva temporalidad en la contratación, que afecta a un tercio de los asalariados, pero ha evolucionado hacia una flexibilización de las condiciones para el despido. Con el nuevo marco, una empresa puede despedir a un trabajador alegando “pérdidas actuales o previstas”, lo que en la práctica, piensan los sindicatos, es una forma de despido libre porque consideran que esas previsiones son fáciles de maquillar. Además, tendría que pagar al trabajador una indemnización de tan sólo 20 días por año trabajado, en detrimento de los 45 actuales por despido improcedente. Además, el Estado financiará a través de un fondo de dinero público parte de esa indemnización.

La reforma universaliza además el contrato que tiene el despido improcedente más barato, con 33 días de indemnización y endurece las condiciones de los trabajadores en situación de desempleo para acceder a las prestaciones, por ejemplo no pudiendo rechazar los cursos que les ofrecen los servicios públicos de empleo.

"Vamos a ganar porque el Gobierno va a rectificar. El presidente es un experto en rectificar, no lo olvidéis". De esta forma arengó Cándido Méndez, líder del sindicato UGT, a sus correligionarios en un acto ayer en Madrid. En las anteriores huelgas generales, el ex presidente Felipe González (socialista) y Jose María Aznar (conservador) se vieron obligados a rectificar sus medidas, en parte al menos. El pulso entre los sindicatos y el Gobierno está en marcha. ¿Rectificará Zapatero?

Importantes altercados

La jornada de huelga ha dejado importantes altercados entre los manifestantes y la policía. Especialmente conflictivas han sido algunas zonas de Madrid y Cataluña, donde los manifestantes se han enfrentado con las fuerzas de seguridad.

Especialmente complicada ha sido la jornada en el centro de Barcelona (Cataluña), donde los manifestantes han llegado a ocupar una sede de un banco y se están enfrentando a la policía. En los enfrentamientos ha habido numerosos heridos fruto de las contundentes cargas policiales y los activistas han llegado a quemar un vehículo de la policía local.

Otro foco de conflicto ha sucedido en Madrid. En Getafe, un municipio al sur de la región, 200 trabajadores de una fábrica han respondido a una carga policial que ha acabado con nueve heridos, entre ellos algunos policías, que han llegado a realizar disparos al aire, según informa el diario español El País.

Según cuenta el matutino, el incidente se produjo a las ocho de la mañana, cuando un trabajador de la empresa quería acceder a la misma para trabajar. Se abalanzó sobre él grupo de piquetes sindicales la Unidad de Intervención Policial (antidisturbios) salió en su defensa. Durante el altercado, dos policías fueron introducidos dentro de la factoría y los trabajadores cerraron la verja de acceso. En ese momento, uno de los agentes que se había quedado fuera efectuó varios disparos al aire.

http://www.espanol.rfi.fr/europa/20100929-zapatero-sufre-su-primera-huelga-general