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Lucha contra los accidentes de carretera Artículo publicado el 12/01/2010

(actualisé le )

La Organización de Mundial de la Salud presentará en la asamblea general de la ONU, el próximo mes de marzo, un ambicioso plan para dividir por dos el número de víctimas de accidentes de tránsito en los países pobres.

Tres, e incluso más personas sonrientes sobre una pequeña motocicleta. Esta es una de las imágenes que se llevan de recuerdo los turistas que visitan países pobres como la caribeña República Dominicana, donde ese pequeño vehículo también hace las veces de taxi.

Este y otros medios de transporte motorizados se han desarrollado rápidamente y de manera anárquica en el tercer mundo. Las leyes de seguridad, de existir, no se aplican pero los accidentes y las víctimas se multiplican.

En su edición de hoy, el vespertino francés, Le Monde, afirma que un 90% de accidentes de tráfico ocurren en los países pobres y en vías de desarrollo. Si no se toman medidas, en el año 2030 el número de víctimas será de 2, 4 millones.

Salvar esas vidas es el objetivo que se ha fijado la Organización Mundial de la Salud con un plan que, de ser aprobado por la Asamblea General, permitirá a las Naciones Unidas decretar "la década de la seguridad en las carreteras".

El artículo de Le Monde, firmado por Grégoire Allix, precisa que "el plan prevé varios capítulos esenciales. Uno de ellos dispone limitar la velocidad a 50 km/h, fijar la tasa legal de alcohol a 0,05 g por decilitro de sangre, obligación para los motorizados de llevar casco de protección y de cinturón de seguridad para los conductores de auto y sus pasajeros e instalar sillas específicas para los niños". A ello se añade la modernización de las infraestructuras, del parque automotriz y la asistencia a los accidentados.

Este dispositivo es una continuación de la primera conferencia ministerial mundial sobre ese tema, que tuvo lugar en Moscú los días 19 y 20 de noviembre de 2009. En ese encuentro, los representantes de 140 países reconocieron la violencia en las carreteras como un obstáculo al desarrollo y un problema de salud pública.

Por si fuera poco, esos accidentes cuestan a los países pobres hasta un 5% de su producto interior bruto (PIB) y les provoca pérdidas que oscilan entre 65 mil y 100 mil millones de dólares, estima el Banco Mundial. Una cifra superior a la ayuda para el desarrollo.

Según el director de la OMS, Etienne Krug, entrevistado por Le Monde, "con cada euro invertido en una campaña para promover el uso de casco o de cinturones de seguridad, se economiza entre 10 a 20 euros en gastos de salud o de investigación asociados a los accidentes".

http://www.rfi.fr/actues/articles/121/article_14159.asp