Francia. ¿Crisis?

Los bancos en el ojo de la tormenta

Una tormenta política se desató en Francia luego de que varios bancos anunciaran bonos extraordinarios para sus traders, mientras el país sigue sufriendo los devastadores efectos de la crisis económica. La medida ha generado un descontento general por cuanto estos bancos recibieron ayudas públicas para capear la crisis. El primer Ministro llamó a una reunión el próximo viernes con los representantes de las principales instituciones bancarias.

El primero fue el banco CIC, el lunes. Luego BNP Paris, y un día después el grupo Société Générale. Todos estos bancos anunciaron que ofrecerán a sus traders (operadores en bolsa) jugosos bonos, correspondientes al ejercicio del año en curso.

El primer banco francés y europeo, BNP-Paribas, que el año pasado recibió un préstamo de 5.100 millones de euros de dinero público (7.300 millones de dólares) para superar la crisis mundial, anunció el miércoles que pagaría primas por un monto de mil millones de euros a los empleados de su filial especializada en las actividades de mercado.

El banco insiste en que acatará las reglas acordadas por el G20 para reformar el sistema de las bonificaciones y que no hará nada ilegal.

Pero la decisión, tomada en medio de una recesión y en momentos en que numerosas industrias están despidiendo a sus trabajadores, haciendo aumentar las cifras de desempleo, constituye un problema para el gobierno de Nicolas Sarkozy, quien se movilizó a nivel internacional para regular las bonificaciones de los traders y prometió controlarlos en su país.

El primer ministro francés, François Fillon, instó este jueves a los bancos a "respetar" los compromisos tomados y convocó a sus representantes a una reunión el viernes en el Palacio de Matignon (sede del gobierno francés).

El partido socialista francés (oposición) denunció de su lado un “verdadero escándalo”, y solicitó al gobierno la anulación inmediata de estas primas.

El secretario general del PS francés, Michel Sapin, declaró que “sería legítimo que los bancos reembolsen al Estado antes de pensar en remunerar a sus empleados”.

Los bonos de la discordia

No obstante, los bonos de los traders tienen un gran mérito: el haber suscitado muchas de las críticas de diferentes sectores, entre otros, porque en caso de malos resultados, las legislaciones no contemplan medidas de retorsión.

Estos bonos son primas salariales, pagadas a los operadores a principios de año en función de la apreciación sobre los resultados del año anterior, pero también, del peso estratégico de la operación.

Este modo de distribución nació a finales de los años 80 en los grandes bancos anglosajones y se extendió progresivamente a Europa.

El monto de estas primas es muy variable pero en promedio es entre 3 y 5 veces superior al salario fijo de los operadores, según la empresa Vendôme Associés, aunque las diferencias de remuneración entre traders pueden ser “muy importantes” según el tipo de inversión o colocación.

El gran problema es que estas primas son negociadas al momento de la firma del contrato y los bancos son los primeros interesados en ofrecer abultadas bonificaciones para asegurarse a los mejores traders del mercado, aquellos que serán capaces de generar los mayores beneficios.

Pero en medio de la cruel realidad del comercio internacional, los líderes mundiales han querido introducir un poco de “decencia”.

“No es competencia del Estado estar ofreciendo consejos, sino fijar las reglas del juego”, consideró Thomas Piketty, profesor de la Escuela de Economía de París. “No se trata de impedir que los traders trabajen más para ganar más, sino de fijar los límites, de dar remuneraciones en virtud de las cualidades, y no de la rapacidad”, dijo el economista.

http://www.rfi.fr/actues/articles/116/article_12511.asp