¿Dónde está el periódico?

Actualizado viernes 19/09/2008 20:02 (CET)
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ITZIAR GARATE

Acabamos de comenzar el curso y, puesto que aún estamos con ilusión y energía, es el momento adecuado para haceros partícipes de una experiencia en el aula utilizando el periódico como herramienta de trabajo. Me siento muy satisfecha de los resultados. Se trata de algo muy sencillo ya que sólo exige leer el periódico en clase y, aunque tenga ’mala prensa’, he descubierto que puede convertirse en un quehacer muy rentable pues despierta el interés de los jóvenes por la actualidad y acerca la realidad a los libros.

Comencé hace años con alumnos de Diversificación Curricular. La D. C. está dirigida a alumnos de Enseñanza Secundaria que tengan entre 16 y 18 años y que, por diversas circunstancias, han tenido dificultades en sus estudios. En aquel momento consideré que debía aprovechar la oportunidad de hacer algo diferente si quería transmitir los conocimientos que, la mayoría de las veces, les resultan indigestos, sencillamente porque no los entienden.

La D. C ofrece una oportunidad maravillosa para apostar por otras maneras de enseñar e intentar recuperar al alumno que ha sufrido la sensación de fracaso como estudiante. Empecé por probar y se ha convertido en un modo habitual de trabajo que resulta de gran utilidad y sorprende por los resultados, tanto académicos como de concienciación social y madurez personal. Tratamos de combinar varias habilidades al mismo tiempo: oral y escrita, lo que hace que el rendimiento del trabajo sea muy alto. Quiero compartir esta experiencia por si a alguien le pudiera resultar de utilidad. Llego a clase cada día con un periódico para cada alumno y los reparto. Esta explicación puede resultar banal sin embargo matizo que el mero hecho de recibir noticias ya crea una expectación, un deseo de abrirlo y de conocer. Es un cambio de actitud que el profesor puede aprovechar.

Juntos lo vamos hojeando y voy señalando las noticias que considero adecuadas. Cada uno se responsabiliza de aquel tema que le resulte interesante y así comienza un proceso que se repite día a día:
 Lectura del texto, subrayado de las palabras clave y
 en un cuaderno dedicado exclusivamente a esta actividad escriben la idea principal de cada párrafo.
 Por último, cada alumno cuenta en voz alta la noticia elegida.

Cada día son evaluados y esta evaluación se basa en la expresión, postura, vocalización, tono de voz, coherencia, exposición de todas las ideas principales...(¿Qué digo?, ¿cómo lo digo? ¿cómo me presento ante los demás? ).

Esta breve exposición oral les supone un auténtico ejercicio de interiorización de la lectura y muestran afán por contar bien su noticia y transmitir una buena imagen ante sus compañeros, afán por contar bien su noticia y transmitir una buena imagen ante sus compañeros. Se esmeran en su expresión oral , algo que, a mi entender, está bastante abandonado en las aulas. Una vez hecha la exposición oral, pegan su noticia en el cuaderno y así irán recopilando trocitos de la historia que forman parte de su HOY y, al día siguiente, estarán expectantes por conocer cómo se ha desarrollado. De este modo hemos seguido el devenir de acontecimientos apasionantes que han marcado el rumbo del mundo.

No es lo mismo hablar hoy de la Guerra de Irak que seguir los ataques diarios que padecieron, no es lo mismo recordar la ’evolución del azafrán’ que leer y ver las imágenes de los monjes budistas luchando contra su régimen político; no fue lo mismo descubrir la fuerza creadora de un artista como Juan Muñoz por medio de un artículo (’Intensamente vivos, entrañablemente ausentes’) que hablar de la escultura; como tampoco es lo mismo leer ’Consumidores y consumidos’ que explicar la desaparición de los herbívoros en África. Esto sólo por poner unos ejemplos pues, como digo, ha sido nuestro modo de trabajo

Este año tendremos las elecciones de Estados Unidos y esto permitirá ahondar en la inmigración, en figuras fundamentales como Abraham Lincon, en la relación que ha mantenido y mantiene con América Latina; en las causas y consecuencias del embargo económico, etcétera. Os confieso que siento una sensación de orgullo cuando al entrar en clase los alumnos me preguntan "¿El periódico?".

http://aula.elmundo.es/noticia.cfm?idTipoPortada=3&general=1&idComunidad=&idPortada=&idNoticia=6028