Rosales: "Tiro en la cabeza’ insta a buscar nuevas soluciones a la violencia"

Un film sur ETA suscite la polémique à Saint-Sébastien El director de ’La soledad’ presenta su película sobre el asesinato etarra de dos guardias civiles en Capbreton

Sifflets et applaudissements ont accueilli, le 23 septembre au festival de Saint-Sébastien, le nouveau film du cinéaste espagnol Jaime Rosales. Tiro en la cabeza (Balle dans la tête) évoque l’assassinat de deux jeunes gendarmes espagnols par trois militants d’ETA en décembre dernier sur le parking d’un centre commercial à Capbreton (Landes).

Projeté au lendemain d’un nouvel attentat mortel de l’organisation terroriste, le film a valu à son auteur d’être taxé de naïf et de manipulateur. Le philosophe Fernando Savater lui a également reproché de parler d’un sujet auquel il ne connaissait rien. "Je ne suis pas un politique mais un artiste", et "je n’ai pas la prétention de me livrer à une réflexion sur la société basque ni la lucidité pour le faire", s’est défendu le réalisateur de La Soledad. Son intention, a-t-il expliqué, était de "dynamiter deux fausses perceptions de la réalité" : celle qui fait du terroriste "une sorte de héros national soumis à une pression terrible de l’appareil d’Etat et à la clandestinité" et celle qui en fait un "psychopathe cruel". D’après Rosales, le terroriste est quelqu’un d’ordinaire, qui, comme tout le monde, porte en lui un monstre. Le problème, c’est qu’il y a une idéologie qui fait que le monstre se met en branle."
Filmé au téléobjectif et quasiment muet (les dialogues sont inaudibles), Tiro en la cabeza peut être déconcertant pour le spectateur conventionnel, juge le critique du quotidien La Vanguardia Pour son confrère d’ ABC, Rosales "a fait entrer dans la compétition du festival un cinéma singulier, dialectique, qui appelle le débat".

Le film sera projeté en avant-première à Paris lundi 29 septembre au cinéma Majestic Passy (18, rue de Passy, 75016 Paris) et sortira en salles au début de 2009.

http://www.courrierinternational.com/article.asp?obj_id=89756

Rosales: "Tiro en la cabeza’ insta a buscar nuevas soluciones a la violencia"

El director de ’La soledad’ presenta su película sobre el asesinato etarra de dos guardias civiles en Capbreton

San Sebastián. (EFE).- ’Tiro en la cabeza’, la recreación de Jaime Rosales del asesinato de dos guardias civiles a manos de dos terroristas ocurrido el pasado diciembre en Capbreton (Francia), se presenta en el Festival de San Sebastián con la intención de que "se empiecen a buscar nuevas soluciones a la violencia".

Así lo ha explicado el ganador de los Goya por la experimental ’La soledad’, que en este nuevo trabajo aborda el terrorismo etarra desde su particular forma de entender el cine, rodado con teleobjetivo, con sonido ambiente pero sin posibilidad de escuchar los diálogos que se suceden en la vida cotidiana de su protagonista, el hombre que termina asesinando a los dos guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero.

’Tiro en la cabeza’, que se estrena en salas comerciales el 3 de octubre, aborda "un problema muy contaminado ideológicamente" y por ello el cineasta catalán sustrae su dimensión ideológica a través del encadenamiento de "hechos ininteligibles que sólo se podrían entender dándoles una lectura ideológica". Y parte de una premisa: "Si la ideología hace inteligible algo absurdo es que la ideología es absurda".

La intención de Rosales de rodar con actores no profesionales le llevó a pedir a Ion Arretxe, su operador de cámara en su anterior película, que encarnara al terrorista al que el espectador sigue durante todo el metraje con una mirada de ’voyeur’.

Un trabajo que "adquirió una importante dimensión de ejemplaridad" cuando Arretxe confesó al cineasta durante el rodaje que en 1985 fue acusado de pertenecer a ETA, por la que le fue aplicada la ley antiterrorista. "Fue una experiencia dolorosa y traumática vivida a los 21 años. Quizá me haya cambiado más de lo que pienso, aunque he intentado que no generara musgo en el corazón", recuerda Arretxe.

"No conocía su historia personal pero sí le conocía a él personalmente y en él encontré la sensibilidad especial que busco en mis actores", contesta Rosales.

A lo largo de la escasa hora y media que dura la cinta, el director de ’Las horas del día’ ofrece al espectador "una experiencia tremendamente subjetiva", sin condicionar hacia ninguna dirección, pero provocando cierto desconcierto: "Aunque cada uno encuentre elementos para dar a la película la interpretación que le interesa, me aseguro de darle otros que lo desactivan", explica.

Tras caerse del programa del Festival de Cannes, donde ha proyectado sus dos anteriores trabajos, Jaime Rosales pensó que el mejor lugar para mostrar esta película era "en la ciudad en la que se rodó", siguiendo el consejo de sus distribuidores que consideraron el certamen donostiarra como la plataforma perfecta para esta propuesta.

"Aquí va a recoger máxima amplitud de audiencia y de recepción, sea cual sea, aunque no me gusta la polémica", defiende el director catalán, que lamenta la noticia de los atentados recientes en el País Vasco y que "cree que van a contaminar a la película".

http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080923/53545051041.html

Jaime Rosales y «Tiro en la cabeza» traen el debate al lugar de los hechos->Jaime Rosales y «Tiro en la cabeza» traen el debate al lugar de los hechos

Publicado Miércoles, 24-09-08. E. RODRÍGUEZ MARCHANTE.

SAN SEBASTIÁN. El cine de Jaime Rosales busca siempre la cara norte para llegar a la cima, el camino más difícil, el menos transitado, y eso lo convierte en un cineasta de poco tráfico y de público alpinista. Tras sus dos primeras obras, «Las horas del día» y «La soledad», y recolectar un indudable prestigio y un cierto interés para el público, se lanza a hacer una película sobre el terrorismo de ETA, muda (o al menos en la que no se oyen los diálogos) y con una cámara tan desapegada y mirona al mismo tiempo que transmite temperaturas contradictorias: frío y calor.

«Tiro en la cabeza», que fue presentada en la sección competitiva, se proyectó a la prensa después de que una voz en nombre del Festival leyera un comunicado contra ETA y en solidaridad con las víctimas y los familiares de los últimos atentados terroristas. Desgraciadamente, la película de Jaime Rosales estaba colgada de la más espantosa actualidad. Su proyección deja inevitablemente perplejo al sufrido espectador, pues lo enfrenta otra vez más (ya lo hacía en «Las horas del día») a la transformación de una persona en una bestia. Narra un hecho -unos etarras asesinaron el año pasado a un par de policías jóvenes en Francia-, pero antes nos ofrece una ficción, un generoso, casi profuso, ejercicio de «vigilancia» de un personaje, alguien aparentemente normal, que vive a la luz del día, entre la gente, sin enmascararse ni disfrazarse, que tiene amigos y una amante... El título puede sugerirle dudas al espectador: ¿será quien pone la bala o quien pone la cabeza?... Y de esta duda razonable (es repulsivo, pero exacto, lo que se pueden parecer a cierta distancia el verdugo y su víctima) surge todo un tramo de levísima intriga que le permite a la curiosidad del espectador mojarse algo los labios.

A través de las imágenes de esa cámara de vigilancia, quieta y lejana, vamos teniendo detalles que nos sitúan a ese personaje en el mundo digamos «normal». Nuestra posición, como espectadores, mejora a veces, y obtenemos el contraplano de una segunda cámara vigiladora, pero su actividad no provoca especial interés: la voz del tipo no nos llega, en cambio el ruido ambiente, la calle, la ciudad, lo cotidiano, acompañan su imagen..., la rutina se empieza a apoderar de la parte inventada de la película, hay que pasar a los hechos. Y es entonces, en el momento en que uno está ya macerado de «normalidad», cuando llega la escena cumbre de la película: unos planos muy cortos y certeros entre las miradas del policía y el etarra, que se cruzan al azar en una cafetería. Por primera vez, el frío de las miradas se dirigen a esa cámara, o sea al espectador, que sabe entonces quién es quién y lo que va a ocurrir después.

En fin, hay tantas elecciones en la película de Rosales, tanta «opinión» en esa cámara, que la interpretación de los códigos pueden contradecirse: la confusión del etarra en el paisaje; la irrupción en escena de modo repentino del psicópata asesino, del que mata por inercia; la imagen escalofriante de los dos jóvenes asesinados; un gesto cálido de la bestia a una de sus víctimas atada a un árbol; el final que se elige en vez del que se podría haber elegido un par de días después, cuando atrapan a los asesinos... En fin, cualquier movimiento de cámara, cualquier imagen, gesto o decisión puede ser interpretado de un modo, pero también de su contrario. En cualquier caso, «Tiro en la cabeza» ha traído a la competición del Festival un cine singular, dialéctico, que reclama debate y que no tiene escrúpulos en proporcionarle al espectador tanta reflexión como perplejidad, hastío o aburrimiento.

http://www.abc.es/20080924/vivir-ocio-cine/jaime-rosales-tiro-cabeza-20080924.html