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Jaime I, hacedor de reinos
martes 03/06/2008
Sólo a partir del matrimonio entre los llamados Reyes Católicos (Fernado de Aragón e Isabel de Castilla) los dos grandes Reinos de Castilla y Aragón estuvieron unidos. Antes, la Penísnsula estaba formada por varios reinos entre los cuales el de Aragón fue uno de los más poderosos, precisamente por la expansión que llevó a cabo Jaime I, el Conquistador.
Jaime I, en el ’Llibre de les franqueses y privilegis del regne de Mallorca’ (Foto: Arlanza)
Hijo de Pedro II de Aragón y María de Montpellier fue el verdadero gran impulsor de la Corona de Aragón, a la que ganó nuevos territorios, artífice de una renovación institucional en alianza con la burguesía y el mundo urbano y mecenas cultural a la altura del conocido Alfonso X el Sabio.
Azote de moros, Jaime I logró la expansión de su Reino a costa de los dominios musulmanes en la Península. La llamada Reconquista de los cristianos sirvió al joven Rey –que comenzó sus campañas con 17 años– para afianzar su carisma y sus éxitos, tan merecida como calculados, para mayor gloria de su dinastía.
Mitificado y mimado por gran parte de los los historiadores, sus conquistas de Mallorca (1229) Menorca (1231) y Valencia (1242) fueron más a título personal y dinástico que nacionalista, según el espíritu de los reyes de la época, aunque dieron lugar a los Reinos de Valencia y Mallorca, que el mismo creó, supeditados a la Corona de Aragón, pero con sus propias administraciones y leyes.
Además fortaleció la institución monárquica, desarrolló las Cortes y dio más poderes a los funcionarios reales al estilo de las monarquías feudales del resto de Europa. Como explica el catedrático Salvador Claramunt, Jaime I creó el verdadero organigrama de un mundo político muy complejo llamado la Corona de Aragón que consistió en un conjunto de reinos, condados, señoríos y baronías, vinculadas entre sí por la figura de un monarca y que pertenecía a un linaje que surgió de los linajes de la casa Real de Aragón y la Condal de Barcelona en 1137.
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